ANSIEDAD - La preocupación excesiva: un trastorno de salud mental
 

¿Afanoso? ¡No lo estés, por nada!
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Hasta ahora hemos visto el enfoque intelectual, el enfoque científico, el enfoque médico, psicológico, etcétera, pero yo quiero que ahora veamos el enfoque espiritual; Filipenses capítulo 4 versículo 6 utilizaremos este versículo y otros más para que podamos hacer nuestra aplicación espiritual, ¿qué enfoque podemos darle a las escrituras con respecto a la ansiedad? Hay muchísimo, pero tomaremos estos versículos, Libro de Filipenses capítulo 4, versículo 6, en delante dice:

 “Por nada estéis afanosos sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad.”

 Aquí Dios nos da precisamente una enseñanza preciosa: cómo podemos vencer la ansiedad; obviamente cuando hablamos de Trastorno de Ansiedad Generalizada estamos hablando de una ansiedad desmedida que ya afecta nuestra manera de pensar con respecto a las cosas presentes y futuras, y que anticipamos lo peor siempre que nos mantiene un estado continuo de tensión y que nos afecta de muchas y diversas maneras como ya vimos en este programa, pero aquí el señor Jesucristo nos está hablando acerca de no estar en ansiosa inquietud y nos dice: por nada estés afanosos, esa palabra “afanosos”, se traduce también en “ansiosa inquietud” o “estar continuamente inquietos”, eso lleva a la ansiedad, y entonces ¿qué debemos hacer? Esto: Dar a conocer tus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias.

Cuando oramos a Dios con confianza, cuando oramos a Dios en nuestra angustia, en nuestra necesidad y le presentamos en oración un ruego y además dándole gracias anticipadas porque sabemos que Él va a contestar nuestra oración en Cristo Jesús, eso lo que debemos hacer. Si no tienes con quien descargarte, ve a Dios, Él es el que te consuela, el que te escucha, él es tu Terapeuta, pídeselo en oración, ruégale a Dios por esa ansiedad, por esos problemas futuros que ves, por esa ansiosa inquietud que ya sabes te trae malos resultados emocionales y físicos y además con los demás.
 
Orar, está comprobado médicamente, que los pacientes que suelen hacer oración, que oran a Dios que saben llevar sus cargas, sus problemas a Dios y dejárselos en Sus manos, sufren menos trastornos de ansiedad, viven sus vidas serenas en paz, sufren menos enfermedades y además pueden sobrellevar las aflicciones diarias de esta vida, eso lo dicen muchos médicos.

¿Cuál es el resultado de poner delante de Dios esa preocupación? ¿Cuál es la promesa que se cumple aquí? ¿Cuál es el regalo de Dios para aquellos que confían en él y no dejan que ese estado de inquietud afanosa,  nerviosa, continúe sino que entregan a Dios todos sus problemas y ansiedades? La paz de Dios, la paz de Dios, que sobre pasa todo entendimiento.

Imagínate en una ocasión, recuerdo un padre de familia, su hijo tuvo un accidente gravísimo, estaba en intensivos a punto de morir el hijo y ese hombre estaba lleno de paz con Dios y los que estaban afuera decían ¿cómo es posible que tengas tanta paz si tu hijo está al borde de la muerte? Y fue un gran ejemplo para los demás, “bueno, es que yo he puesto delante de Dios a mi hijo , y sé que Dios me va a dar Su paz”.

Dice el precioso texto: “Guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”; Nuestros pensamientos cuando están en Cristo, cuando los hemos puesto en Cristo, cuando hemos dispuesto nuestro ser interno, nuestro yo ansioso y nervioso en las manos de Cristo sabemos que van a venir problemas, entendemos que la vida de hoy es difícil, etcétera, pero estamos guardándonos de tal manera que nuestra mente funciona muchísimo mejor, nuestros pensamientos son positivos, fluidos, buenos, sanos, pueden venir malos y pueden venir preocupaciones pero predomina la paz, eso es lo importante.

Así como en el Trastorno de Ansiedad predomina la ansiedad y la inquietud, así con Dios en Cristo Jesús la paz predomina y domina y guarda nuestros pensamientos. Pensemos en lo que es verdadero en vez de pensar en lo negativo, pensemos en Dios, en Su Sagrada Escritura, hagámonos lectores asidos de la palabra de Dios y veremos y encontraremos que hay muchas cosas que necesitamos aprender y recibir de Dios, y hacer porque realmente no hemos aprendido a hacer muchas cosas que Dios nos quiere enseñar porque el Dios de paz estará con nosotros, Dios es un Dios de paz, de tranquilidad.

En una ocasión los discípulos del Señor Jesús experimentaron una tormenta terrible, pensaban que iban a morir pero en eso Jesús es despertado, calma la tormenta y viene una gran paz; así en nuestras vidas, viene una gran paz cuando Jesús es llamado, es invocado, es buscado por cualquiera de nosotros.

Muchas gracias por su atención.
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