Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Vivir en una familia donde hay solo un progenitor está también relacionado con descensos en los resultados de su propia vida. Hablemos de una  madre soltera adolescente que no tiene la capacidad de poder criar a su hijo porque es muy joven, porque tiene que trabajar para mantener su casa, hablemos del padre alcohólico que fue abandonado por su mujer porque la golpeaba y ahora vive con un hijo, pues hay un descenso en el resultado positivo de la actitud de ese padre para cuidar y velar por el niño.

Hasta cierto punto los problemas económicos que ocasiona el vivir en una familia de un solo padre, explican algunos de los especialistas, que son los resultados negativos pero no todos.

El matrimonio en sí mismo tiene un impacto para medirlo con los resultados educativos. Fíjese usted que el matrimonio cuando es un matrimonio el cual está mediado por un pacto, digamos ante las autoridades civiles, por un pacto ante Dios, etcétera, ese matrimonio que se compromete a vivir la vida entera juntos a amarse en las malas y en las buenas, en la enfermedad, en los peligros, a proveer para las necesidades básicas de la casa, ese matrimonio estable aunque tenga fallas como la vasija agrietada, pleitos ocasionales, tenga desavenencias, faltas de comunicación ocasionales, presiones económicas, diferentes situaciones, ese matrimonio por el sólo hecho de estar juntos y mantener ese compromiso de sacar a los hijos adelante, promueve una estabilidad en la educación.

Por ejemplo en los niños que no tienen esta clase de padres, que vive con un solo padre y que a veces el padre se vuelve a casar con una persona totalmente desconocida para el niño o la madre y hay otros niños que se juntan del progenitor con la nueva pareja que tiene los suyos también y vemos que surgen situaciones de desorientación desamparo, fracaso, abandonos escolares.

Estudios llevados a cabo en otros países como Suecia mencionan que los niños que viven en familias divididas tienen un peor nivel educativo.

De hecho cada año que un niño sueco pasa con su madre, digamos que su madre es sola o en adopción, reduce los logros educativos generales del niño a la mitad. Cuando llegan a la universidad los adolescentes de familias divididas siguen pagando un alto precio esto incluye consecuencias negativas como un nivel de asistencia a la universidad más bajo.

Por otro lado vemos que los jóvenes en especialmente las mujeres que crecen con sus propios padres casados tienden a casarse más tarde, las investigaciones muestran una relación importante entre el hecho de retrasar el matrimonio y mayores logros educativos entre las mujeres jóvenes.

Hablemos del comportamiento problemático, mala conducta en la escuela, la desintegración familiar se asocia en los chicos con una alta incidencia de comportamiento anti social en el aula de clases.

Los niños de hogares con sus propios padres casados tienen muy pocas incidencias de mala conducta en la escuela.

Note usted la diferencia, con respecto a la asistencia escolar o el retraso escolar, los estudiantes de familias divididas abandonan las clases en un índice de un 30% superior al de los hogares unidos.

Estas diferencias existen en parte porque los hogares divididos parecen menos capaces de supervisar y controlar a sus hijos. Fíjese como cuando papá y mamá no están en casa viviendo un matrimonio verdadero casados, sucede que si hay un solo padre o se dividió el hogar por  causa de la que usted quiera mencionar, los hijos empiezan a sufrir un descontrol porque no tienen quién los supervise y controle en cuanto a la educación escolar.

Por lo tanto decaen en la escuela, carecen de esos tutores y curadores de esas personas que están responsables como son los padres, papá y mamá velando que salgan adelante en sus tareas ayudándolos en las materias que más dificultad se les presentan, consiguiendo todo tipo de ayuda que esté a su alcance para lograr que sus hijos tengan éxito en la escuela.