El nuevo rostro del crimen juvenil II Parte: Hogares disfuncionales = jóvenes criminales (a)
 

Abandonar a los hijos trae consecuencias
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

De acuerdo con un informe de 1990 del Departamento de Justicia, la mayoría de los niños abandonados provienen de familias donde hay un solo padre, familias con padrastros y familias cohabitantes de adultos.

¿Qué podemos decir de las madres abandonadas? En las familias normales el esposo da apoyo a su mujer, en particular durante el periodo que rodea al nacimiento y los primeros meses de vida cuando los niños hacen grandes exigencias en ellas. Podríamos decir que es este momento donde el padre representa un gran apoyo, pero esta madre soltera carece de ese apoyo y el estrés añadido, ya sea emocional o físico, puede resultar en fatiga.

La madre soltera, por lo general, es menos capaz de atender todas las necesidades de su hijo, lo cual sería muy diferente, una atención más pronta, más completa, si estuviera bien cuidada por su marido.

Estos factores tienden a afectar el apego emocional de la madre a su hijo y pueden reducir la empatía que tenga el niño en un futuro con los demás. Tal empatía ayuda a frenar a toda persona a actuar en contra del bienestar de otros. Los criminales violentos carecen obviamente de esto, de esa empatía y cuidado hacía los demás.

En tales condiciones el niño corre el riesgo de convertirse, en ocasiones, en una persona con algún tipo de trastorno mental, todo esto trae implicaciones a la sociedad.  Si continúan las condiciones apropiadas para la crianza de los bebés, entonces el bebé crece normalmente, pero si las condiciones son contrarias, hay más niños con trastornos de aprendizaje, de depresión, de ansiedad, de déficit de atención, que pueden llegar a situaciones más serias y así la sociedad se encuentra en un mayor riesgo.

La atención que brinda un padre a su hijo tiene enormes efectos positivos en el desarrollo social y emocional; sin embargo, un niño abandonado por su padre, se ve privado de un profundo sentido de seguridad personal. La relación estrecha entre un niño y su papá es importantísima, ya que impide que el niño se vuelva hostil, agresivo y que tenga conductas no apropiadas.

A continuación presentaré el testimonio real de un niño que sufrió a causa del abandono de su padre. Se trata de un pequeño de 9 años de edad que era considerado como un niño de la calle, vivía en un edificio abandonado.  Se tuvo la oportunidad de estar con él y entrar al edificio; el olor era terrible, lleno de moscas, ratas y había gran cantidad de desechos humanos.

¿Qué hacía un  niño de 9 años de edad viviendo en un edificio abandonado junto con otros niños? Él estaba ahí, porque aparentemente había vivido en otra ciudad, porque su padre era un alcohólico, una persona que acostumbraba golpear a su esposa y abusar físicamente de ella, al igual que a este niño y a sus hermanos. Por su parte el niño, decidió salirse de su casa y buscar refugio en otra ciudad.

Al estar con él platicando, lo que más llamó la atención fue cuando dijo que poseía una daga, una arma punzocortante y que sólo estaba esperando un poco más para regresar a su ciudad de origen y matar a su padre. Desgraciadamente y, como muchos niños de la calle, alrededor de uno o dos años más tarde fue encontrado muerto en una alcantarilla, con signos de ser abusado sexualmente.

Yo me pregunto: ¿ese niño era culpable del comportamiento con tendencia homicida, o más bien el papel que había jugado su padre en la evolución de su carácter y personalidad había sido un factor determinante?

¿Cuál es la responsabilidad de papá en la formación del carácter o personalidad de los niños? La falta de autoridad y disciplina de un padre, trae como consecuencia una familia disfuncional, que es lo mismo que hijos criminales.

Diversos estudios sobre las causas de la delincuencia, realizados por Sheldon y Eleanor Glueck de la Universidad de Harvard, describieron lo siguiente: Que muchos niños escuchan a menudo decir a sus madres “Espérate a que tu padre llegue a la casa para que él pueda tomar alguna decisión”.

En una familia que funciona bien, la sola presencia del padre encarna la autoridad, una autoridad transmitida a través de su participación diaria en la vida familiar. Esa autoridad paterna es fundamental para la prevención de la delincuencia, la violencia y las enfermedades o trastornos de salud mental en los niños.

Los beneficios que un niño recibe de su relación con su padre son notablemente diferentes de los beneficios que recibe de su madre. El padre aporta un sentido de autoridad y la disciplina se transmite al involucrarse en la familia.

Se observa desde 1959 -dice Albert Bandura- que los delincuentes sufren de una falta de afecto de su padre.
La falta de afecto de la madre
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