El nuevo rostro del crimen juvenil I Parte: Destinados a ser criminales
 

La fábrica de delincuentes
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Conocí el caso de un niño de ocho años de edad a quien se le descubrió que tenía el plan de asesinar a sus padres; él iba a utilizar una pistola, el arma de su padre que ya sabía dónde la tenía escondida, para matar a su papá y a su mamá, una hermanita y él.

Este niño tenía una conducta difícil, la madre lo hostigaba muchísimo, la madre abusaba de él por medio del lenguaje, con burlas, lo comparaba, en fin, le daba insultos que usted ni se imagina, usted mismo se indignaría de ver el maltrato que daba esta señora a su hijo… ¿para qué le cuento más? Una cosa sí le digo: Muy a tiempo la maestra descubrió un dibujo del niño donde se veía disparando contra sus padres, y mandó llamar al niño y le preguntó: ¿Tienes algún problema con tus padres? El niño respondió llorando, en sus palabras: “mi madre me hostiga todo el tiempo, mi madre no me quiere, me rechaza, me dice nombres que no me gustan, mi papá no hace nada al respecto, le cree todo a mi madre porque está ocupado todo el día en el trabajo, llega cansado, no quiere saber de problemas, yo los odio,  estoy cansado de vivir así, odio a mis padres”.

Podríamos decir que gracias a Dios, muy a tiempo se pudo intervenir en la vida de este niño y hoy es un niño que está completamente restaurado y que por medio de los deportes y de la nueva aceptación de su  madre hacia él, se ha modificado completamente la conducta del niño.

Vea usted el peso que tiene la buena relación con los padres, en el desarrollo emocional de los niños muy pequeños.

Estamos hablando del hogar como la fábrica de criminales, suena duro pero así es. No se le olvide, ¿Dónde se forman los criminales? ¿En la panadería, en la vulcanizadora, donde fabrican los autos? No, en el hogar disfuncional, en el hogar donde los padres no proveen a sus hijos de felicidad, de cuidado y afecto, de crianza.

El niño carente de estos elementos desarrolla entonces conductas antisociales, ya ve usted este niño que le acabo de mencionar de 8 años, tenía una conducta antisocial y todo el día se la pasaba haciendo daño a las cosas que se encontraba, las rayaba, las pintaba, hacia grafiti, molestaba a sus compañeros en la escuela, molestaba a su hermanita, era un niño implacable y hasta como le digo, llegó a pensar en quitarle la vida a sus padres porque realmente los odiaba. Una dura realidad.

Para terminar este programa titulado “Destinados a ser criminales”, reflexionemos con las preguntas con que iniciamos este programa: Las drogas, las pandillas, la violencia, el racismo, la pobreza, el divorcio, los males de nuestra sociedad que son demasiados  para ser nombrados… ¿de dónde vienen?

¿Cómo diagnosticar la causa de estos problemas? Debemos identificar una causa antes de que podamos determinar una solución. Ya hemos visto claramente que la pobreza no es la causa del crimen organizado como lo pensamos mucha gente. Se ha comprobado científicamente que la familia disfuncional es la causa principal de la violencia en la juventud, como ya lo dijimos, el comportamiento criminal adolescente tiene sus raíces en la falta continua del amor del padre aun desde la infancia.

Los futuros delincuentes siempre tienen una vida caótica de desintegración familiar, esto frecuentemente conduce a la agresión y a la hostilidad contra los demás fuera de la familia. La mayoría de los delincuentes  no se deprimen, todo lo contrario, están activamente involucrados en su barrio pero a menudo de manera violenta. Esta hostilidad se establece en los primeros años de vida, a la edad de los 6 años ya formas a un delincuente. Gracias por su atención.

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