Triunfando sobre las dificultades III
 

Siempre hay un lado bueno
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Hoy en día vivimos en una época en la cual el estado de ánimo tiende a variar frecuentemente. Herbert Keyson en una ocasión escribió:

“El hombre promedio toma la vida como si fuera una aflicción y siempre está en un estado crónico de irritación en todo lo que hace. No ha aprendido a diferenciar entre lo que es una verdadera aflicción y lo que son las dificultades, y normalmente aprende a hacer la diferencia cuando viene un golpe fuerte en la vida como si fuera una patada de mula”.

Qué interesante proverbio nos da este autor.  

En síntesis lo que dice Herbert es que hay personas que en la vida no saben diferenciar entre las verdaderas aflicciones y los problemas cotidianos. Hoy vamos a hablar acerca de cómo podemos vencer los problemas de la vida diaria, y cómo podemos hacerle frente también a las dificultades y que nuestro estado de ánimo permanezca siempre fortalecido.

Es importante que entendamos que el carácter aquí en América Latina, en Estados Unidos entre la gente de habla hispana como nosotros, somos personas muy sentimentales, tendemos mucho a dirigirnos por el estado de ánimo que tenemos, por ejemplo, muchas personas cuando ven un día nublado, que está lloviendo, se ponen tristes, y eso sin razón, simplemente porque el día es gris, el alma se pone así y eso  nos deja ver cuán sensibles y cuán sentimentales somos muchísimas personas. Y esto debilita nuestro carácter cuando no sabemos cómo controlar, cómo moderar nuestros sentimientos.

Lo primero que debemos aprender es que los problemas no deben dirigirnos a problemas más graves como la depresión, sino deben de dirigirnos a formar un carácter estable, fuerte, valiente en nuestras propias vidas.

Desgraciadamente muchas personas no sabemos aprovechar las situaciones que tenemos durante los tiempos de dificultad para desarrollar en nosotros un carácter más estable. Para muchos las pruebas, los problemas los amargan, los entristecen, los derrotan, a otros producen buenos resultados.

Entonces la manera en que tú enfrentes los problemas es muy importante, para que aprendas a obtener el beneficio de ellos y esto nos permitirá desarrollar un mejor carácter. Aun los problemas personales, las heridas que hayamos sufrido. Las equivocaciones de otras personas que nos hayan dañado de tal manera que nos hayan sacado quizás hasta de nuestras propias casillas.

Los problemas presentes nos enseñan a enfrentar los problemas futuros. Y uno de los proverbios preciosos que escuchado dice:

¿Qué hombre puede tomar fuego en su seno sin que sus ropas ardan?

Este es un proverbio sagrado y lo que nos dice simplemente es no puedes meterte en un problema sin sufrir sus consecuencias. En otras palabras, cuidado, si juegas con el fuego, te quemas.

Pero el problema es que  muchas veces nosotros a pesar de nuestra testarudez, jugamos con el fuego y nos quemamos, o sea, nosotros mismos podemos a veces originar problemas en nuestras vidas que luego nos duelen y además de eso podemos aprender de nuestras propias vidas.

Un camino provechoso
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