Abuso Sexual Infantil II Parte: Cómo ser sanado de ese torbellino interior
 

Abuso sexual, una epidemia
 

Por: Dr. Sergio Canavati Ayub

El abuso sexual es una epidemia en nuestros días. Este programa tiene como finalidad alertar a los padres de familia, a los jóvenes, las niñas, los adolescentes, para que puedan estar conscientes de que actualmente se cometen muchos abusos sexuales y éstos pueden ser cometidos por diferentes personas: desde los propios padres, los hermanos en casa, los parientes fuera de la casa, algún servidor público, alguna persona que se encarga de cuidarlos, etc.

Les Farrow, especialista en psicología familiar dice lo siguiente: “Un número estremecedor de adolescentes son abusados física, sexual y emocionalmente; son abusados por sus padres, por sus padrastros, por sus familiares y amigos de familia u otras personas. Cada año al menos el 10% de las personas jóvenes reportan haber sido abusadas físicamente por sus padres; otro 10% reportan ser abusadas sexualmente”.

Las cifras en América Latina, en la población hispana, norteamericana y aun en Europa son alarmantes: los padres son aquellos que cometen este abuso que destroza la vida del joven o del niño paralizando el crecimiento emocional, aun mental, trastornándolos de diferentes formas.

Cuántas personas transitan hoy por nuestras calles, que han sido abusadas, sexual o físicamente y sufren hoy los estragos abrumadores de este abuso, y no saben cómo acoplarse a la vida, no saben cómo sobrellevar el trauma, lo tratan de ocultar de alguna o de otra manera, tratan de encubrirlo por vergüenza, por culpa, porque se sienten sucios, por una serie de ideas totalmente falsas, que impiden que esa persona pueda ser libre de ello.

El número alarmante de abusos sexuales no es real, ya que muchos no lo reportan ni a las autoridades correspondientes, ni a sus padres, ni a sus seres queridos ¿por qué? Porque tienen vergüenza, porque han sido amenazados, etc.

Las investigaciones confirman que el número de adolescentes que están siendo traumatizados por esta experiencia se incrementa cuando algún miembro de su familia, un hermano, una hermana sufre abuso sexual.

¿Qué quiere decir esto? Que aunque el hermano de la víctima no haya sufrido directamente el abuso sexual, indirectamente está sufriendo al ver los estragos ocasionados por este evento en su propia familia ya que puede ser cometido por cualquiera de los dos padres y puede ser dirigido a uno o más niños y a menudo, en un patrón repetitivo.

Es triste decirlo, pero el abuso sexual no se limita sólo al padre, sino que envuelve a la madre en algunas ocasiones aunque en menor escala, pero el patrón en ambos casos suele ser repetitivo.

Violencia física y emocional
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