El gran ausente en el hogar: El Amor - I Parte
 

Dales amor a tus hijos, lo necesitan
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

A continuación transcribimos la carta de un hombre maduro que tiene testimonio de hacer el bien a los demás, ser feliz, y contar con un matrimonio pleno. Pongamos atención y veamos cuál fue la clave:

“Para mí es difícil hoy en día poder olvidar a mi familia. Cuántas cosas buenas sucedían en la casa. Yo veía cómo mi padre abrazaba a mi madre, esto era tan común en casa, observarlo me hacía sentir muy bien, además yo me metía entre ellos y ya éramos 3 dándonos un abrazo. Siempre estaban contentos en incluirme en sus cariños, cuando se acostaban en cama me acostaba con ellos, platicaban conmigo, me acariciaban, me decían que yo era una persona muy especial para sus vidas y que ellos trabajaban para servirme a mí. Mamá y papá hacían que nuestra casa fuera el lugar más maravilloso y cálido. Cuánta seguridad proveyó esto a mi vida y esto me ayudó para hacerle frente a los problemas de la vida; hoy soy feliz”.

El amor es el tónico que alivia, el amor es la fuerza más maravillosa que hay en la tierra. ¿Vives tú lleno de amor? ¿Eres una persona feliz porque tuviste una infancia feliz y llena de amor? Si no la tuviste, dásela por favor a tus hijos, ellos la quieren. Recuerdo haber platicado con una joven quien tenía relaciones sexuales en secundaria. Ella decía:

“Nunca tuve afecto de parte de mis padres; nunca me abrazaron ni me amaron, nunca me quisieron, nunca sentí que pertenecía a la casa, sentía que les era un estorbo. Finalmente encontré a mi novio, quien me abrazaba y me dio un sentido de pertenencia… terminé teniendo relaciones sexuales con él”.

Yo no justifico la actitud de esta joven, pero sí hay una raíz que la empujó a buscar el sexo y fue que no tuvo amor de sus padres. Esta chica se arrepintió de lo anterior y hoy busca con todo su corazón honrar a sus papás. Cuando nuestros hijos están viviendo relaciones de amor verdaderas en la familia, no se verán en la necesidad de buscar en la calle o mendigar amor, porque les sobra en casa y se sienten satisfechos.

Debes conocer que los niños para estar completos y felices, deben sentirse:

  • Amados
  • Útiles
  • Competentes
  • Aceptados en la familia
  • Recibidos en la sociedad
  • Desarrollar su deseo natural de hacer el bien

Como padres de familia nuestro deber es fomentar en nuestros hijos que hagan el bien. Cuánto bien hace a tu hijo el que lo animes; que cuando le vaya bien en la escuela le recibas con un abrazo y le digas “¡te felicito, vamos a traer una pizza para festejar!”

Ahora bien, no podemos pretender que nuestros hijos sean competentes sin que los enseñemos. Por ejemplo, si yo le digo a mi hijo: “Haz la cama y quiero que la hagas perfecta”, pero si nunca le enseñé a hacerlo ¿cómo podrá? El padre tiene la oportunidad singular de crear un ambiente positivo en su hogar que hace surgir los puntos fuertes de sus hijos, que se reafirmen, que se les ayude, que ellos entiendan que tienen dignidad, y además que son de un valor infinito.

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