Moldeando el carácter de los adolescentes II Parte: El castigo efectivo
 

El uso de las advertencias
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Es importante poner fechas establecidas para que realice ciertas actividades y usar advertencias al tratar con tu adolescente. La mayoría de los padres usan advertencias pero, a menudo, estas advertencias producen reacciones negativas en los adolescentes tales como gritos, intimidaciones o molestias. El uso de advertencias apropiadas puede hacer que las cosas sean más suaves y evita las constantes irritaciones entre el padre y el adolescente.

Los padres deben establecer fechas y límites de tiempo para que los adolescentes realicen ciertas actividades, por ejemplo, “me gustaría que el carro estuviera lavado el viernes a las 6 de la tarde”, “quiero que este cuarto esté limpio antes que comience tu programa favorito”, “por favor, saca la basura antes de que se sirva la cena”. Deja que esas fechas que has establecido adviertan al muchacho y no tu voz, usa fechas o periodos de tiempo establecido para evitar cualquier situación de fricción entre tú y tu adolescente cuando digas: “quiero que esto sea hecho ahora mismo”. En lugar de decirle: “quiero que recojas tu ropa ahora mismo”,dile: “quiero que recojas tu ropa antes de la cena” o “tu cuarto tiene que estar limpio para el viernes a las 5 de la tarde para que obtengas tus privilegios”.

Esto da al muchacho alguna flexibilidad dándole tiempo para realizar el trabajo requerido por los padres, si no termina la actividad que se le marcó para el tiempo señalado, entonces una consecuencia debe ser aplicada, pues se le dio una fecha o periodo de tiempo para realizar sus actividades. Esto reduce la normal resistencia del adolescente a las demandas del padre.

También es muy importante individualizar el castigo; los intereses, valores y preferencias del muchacho deberán tomarse en consideración, ya que puede ser un castigo para él, aunque puede no ser castigo para otro. Si el castigo se individualiza, se hace algo estándar y monótono, como una sola regla, pero no estamos siendo flexibles para entender qué funciona con un adolescente o qué funciona con otro.

Debemos castigar al comportamiento, no al muchacho; cuando uses el castigo debes hablar acerca del comportamiento y no del muchacho como individuo. Si un muchacho reprueba un examen en la escuela no significa que es tonto, probablemente significa que no se preparó adecuadamente; si un muchacho le pega a su hermano no necesariamente significa que es descortés, sino que este comportamiento es inaceptable.

Mantente en calma, es más fácil decir que hacer pero cuando el castigo es aplicado los padres deben tratar de permanecerse en calma, tranquilos y sin estar perturbados. El tratar o castigar el comportamiento deberá hacerse de manera muy práctica y sin emociones; si un muchacho pierde privilegios, los padres deben evitar las excesivas intimidaciones, los regaños o los discursos, simplemente deben aplicar las consecuencias del comportamiento.

No uses demasiado algún castigo, debes delimitar ciertos castigos para ciertos comportamientos como por ejemplo, cuando se le aplica al muchacho el castigo de no poder usar el carro deberá ser solamente por cierto comportamiento y no por cada violación a las reglas de la casa. Si a un muchacho se le restringe el uso del teléfono constantemente por diferentes comportamientos, muy pronto el no usar el teléfono se convertirá en un estilo de vida y el castigo perderá su efectividad.

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