Cómo formar la Responsabilidad en los adolescentes - I Parte: Conociendo su carácter
 

Cómo ayudarles a desarrollar la responsabilidad y ganarse así nuestra confianza
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Muchos adolescentes que tienen problemas para que sus padres confíen en ellos y para mostrar responsabilidad, son semejantes a los muchachos en los que primero tiene qué ser establecido el comportamiento.

Para que desarrollen disciplina propia y una actitud responsable, deben desarrollar primero el comportamiento deseado. En otras palabras, hay que enfocarse más en el comportamiento que en la actitud; después que el comportamiento es desarrollado, esperamos que una actitud apropiada se demuestre gradualmente.

Las siguientes TÉCNICAS ayudan al muchacho a desarrollar disciplina propia, responsabilidad y ganarse la confianza:

  • Define la regla y la consecuencia: Debes decirle lo que esperas de él, lo que pasará si él obedece y lo que pasará si no obedece; las cosas buenas y malas que le pasen serán responsabilidad de él. Cuando se trata de desarrollar un sentido de responsabilidad, muchos padres se enfocan en ponerles actividades en la casa. Y está bien, pero no es la manera principal en la que el muchacho va a desarrollar un sentido de responsabilidad.

Las actividades en la casa usualmente traen una consecuencia si no se hacen; esto quiere decir que si el muchacho no saca la basura no se le da su dinero de la semana, por ejemplo. La razón por la cual las actividades en casa son utilizadas para desarrollar un sentido de responsabilidad es que una consecuencia ya está establecida y va a acompañar el comportamiento del adolescente.

Sin embargo, cuando estás tratando de desarrollar el sentido de responsabilidad o de disciplina en el muchacho, deberás establecer bien las reglas y las consecuencias antes que las reglas sean desobedecidas. Después, cualquier cosa que le pase al adolescente será el resultado de su comportamiento y de nadie más.

Puedes fomentar comportamientos de responsabilidad a través de este método. Debes decirle las consecuencias de sus comportamientos antes que ocurran, esto evitará que uses la disciplina al azar o espontánea y le des a entender al adolescente que otros son responsables por las consecuencias que le han pasado.

Esto es extremadamente importante para el adolescente, porque la disciplina al azar es espontánea, él siente que es injustamente tratado. Muchos padres establecen las reglas con mucho cuidado y muy específicas y esto es muy bueno. “Quiero que llegues a la una a la casa y no más tarde”. Sin embargo, otros cometen el error de decir la consecuencia después que el adolescente desobedece la regla. Bajo estas circunstancias, el adolescente siente que es tratado injustamente.

Si un adolescente es tratado desde un principio de esta manera, va a ser muy difícil para él sentirse en control de lo que pasa y desarrollar responsabilidad por su comportamiento.

  • Atribúyele todas las consecuencias a su comportamiento. Al principio, cuando tratamos de desarrollar responsabilidad en ellos es mejor atribuirle tantas consecuencias como sea posible a su comportamiento. ¿Qué significa esto? Significa que tú estableces una manera de tratarlo donde él pueda ganar sus recompensas tanto como sus castigos, no solamente le dices las medidas disciplinarias por adelantado, sino también estableces las consecuencias a su comportamiento.

En otras palabras, ponlos sobre aviso de las consecuencias de sus acciones, buenas o malas; establece una regla y su consecuencia. Dile a tu muchacho, por ejemplo, que no va a utilizar al auto el fin de semana a menos que muestre ciertos comportamientos que le has estado requiriendo y que si no las cumple, la consecuencia será no usar el auto, o infórmale a tu hija -quien por lo regular usa el Internet- que tiene que realizar ciertos quehaceres y responsabilidades para que pueda tener acceso a la computadora.

  • Evita asumir la responsabilidad de tu adolescente. Evítalo; hazlo responsable sólo a él. Si tú lo fuerzas a hacer su tarea cada día o se la haces, tú serás más responsable para que el trabajo sea completado, que el muchacho. Si tú tienes que decirle a tu hijo 48 veces que saque la basura para que él acceda, tú eres el responsable por esta tarea más que el muchacho. Cada vez tienes que repetirle lo mismo, el adolescente sacará la basura pero no desarrollará la responsabilidad, porque no actúa por sí mismo. Tú tienes qué actuar como su motivador hasta que él se case o deje la casa.

Por ejemplo, una mamá le dice a su hija que limpie su cuarto durante varios días, pero nunca lo hace. Con el tiempo ella se molesta, la lleva a su cuarto, se para detrás de ella y hace que lo limpie; en unos cuantos minutos el cuarto estará sin una mancha, pero ¿quién es responsable de que el cuarto esté limpio? La mamá.

Una mejor manera para que este cuarto sea limpiado y que se forme la responsabilidad en el adolescente sería decirle lo que deseas que haga y las consecuencias por adelantado. Pon la responsabilidad en el adolescente, evita forzarlo para que haga lo que él debe hacer.

Cuando los padres asumen las responsabilidades de los adolescentes, ellos encuentran difícil ser independientes y responsables, porque es más fácil dejar que otras personas hagan las cosas por ellos.

¿Quieres que tu hijo sea responsable? Evita que se haga muy dependiente de ti para realizar sus tareas y responsabilidades para las cuales está capacitado. Los muchachos que están chiflados o mimados y a menudo logran que todo lo que necesitan se lo consigan, están en mayor control de la situación que los padres y logran que las cosas sean hechas a su manera, pero también batallan mucho para desarrollar comportamientos de responsabilidad.

La misma situación existe cuando los padres funcionan como intermediarios y protegen a los adolescentes de experimentar las consecuencias de sus acciones. Esta interacción padre-hijo deberá ser evitada para establecer disciplina propia y responsabilidad en el adolescente. Haz que las consecuencias sean diferentes de los comportamientos positivos y negativos; algunos adolescentes no desarrollan comportamientos de responsabilidad porque de todas maneras obtienen lo que quieren si realizan la actividad requerida o no.

El adolescente piensa: “yo puedo salir el viernes por la noche si coopero o no con las responsabilidades de la casa, es igual.” Por ejemplo, si a usted le dijeran: “te voy a pagar si vas a trabajar, y de igual modo, te voy a pagar aunque no vayas a trabajar”, ciertamente usted preferiría irse de paseo, que trabajar. Así piensan muchos adolescentes, les pasa lo mismo cuando piensan que pueden manipular la situación para que las cosas se hagan a su manera y nuevamente no experimentan las consecuencias.

Una cosa sucederá si el adolescente coopera con los quehaceres de la casa, y otra cosa totalmente diferente sucederá si no coopera. Debes estar seguro que el adolescente experimente diferentes consecuencias, según sea su comportamiento. Él debe entender la diferencia.

Gana la guerra y olvídate de las batallas
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©