Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

“Estaba intentando mantenerme libre de las metanfetaminas, pero tenía una gran dificultad. Entonces utilicé aromatizantes; me daba un toque por unos 15 segundos, más o menos, y lo usaba de nuevo. No sé cuántas veces lo usé, pero estaba dibujando en mi recámara cuando, de repente, me encontré en el piso. No recuerdo haber caído de mi silla, traté de levantarme pero muy difícilmente pude caminar. Tuve que poner mi mano contra la pared para caminar tan sólo unos pasos. Dice Sam, de 17 años.

Efectos a corto plazo

 Después de una corta euforia, se pueden experimentar náuseas, vómito, desorientación o confusión mental, y tener dificultad para caminar, pararse y hablar normalmente. Respirar con dificultad es un efecto después de inhalar, ya que el cuerpo no tiene la misma facilidad para distribuir oxígeno hacia las células, tejidos y órganos vitales.

Síntomas físicos: incluyen cansancio, debilidad, insomnio, dificultad en el habla, visión doble, movimientos oculares inconsistentes, caminar incorrecto, dificultad para pararse o sentarse, sonidos en el oído, dolor de estómago, sudor, sensaciones de temblor, imperfecciones en la piel alrededor de la nariz y boca -llamada infección de oledor de cemento- y ataques epilépticos de ciertos tipos.

Síntomas emocionales: incluye cambios bruscos de temperamento, ansiedad, ataques de pánico o miedo, agitación, irritabilidad y depresión.

Síntomas mentales: incluye confusión, desorientación, pérdida temporal de la memoria e incapacidad para concentrarse.

Efectos a largo plazo

Los usuarios de inhalantes tienden a ser desordenados, desorganizados o hasta delincuentes, como resultado de la etapa prematura del consumo de inhalantes, así como de la falta de madurez física y mental y las consecuencias físicas que ocurren por el prolongado abuso de la droga. Esto lo citó la Oficina del Control Nacional de Drogas de los EEUU en Junio del año 2001.

En un estudio reciente de 25 personas inhalantes que participaron en un tratamiento médico, 13 de ellos (o sea un 53%) fueron diagnosticados con daño al sistema nervioso central. En otro estudio reciente, el 55% de los inhalantes experimentaron daño físico debido a los efectos tóxicos de las drogas.