LSD y otros alucinógenos I Parte: "El toque", sobredosis, y efectos
 

LSD, el ácido
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Quiero agradecer a Katherine Ketchman y Nicholas A. Pace, doctores especialistas en el tema de las drogas, cuyas investigaciones y aportaciones médico-científicas han sido una revolución en el descubrimiento de los efectos dramáticos y adversos que producen las drogas y el alcohol en los jóvenes.

Recomiendo el libro de estos doctores, titulado “Teens under the influence”, o “Jóvenes bajo la influencia”. Es un libro médico que pueden usar los doctores, terapeutas y todas aquellas personas relacionadas con la salud mental.

“Hay de toques a toques y para estar bien tocado, o sea, tan tocado que hasta puedes caminar sobre el agua, así de tocado… ahí es a donde voy.”—George Harrison

“Quisiera que nuestros admiradores tomen meditación en lugar de drogas.”—Ringo Star

El LSD (ácido dietilamido lisérgico) y otros alucinógenos cambian la forma de pensar, sentir y percibir el mundo. De todos los alucinógenos, el LSD es el más comúnmente consumido y definitivamente el más potente; es cien veces más potente que los hongos psilocibios y cuatro mil veces más potente que la mezcalina.

Esto no significa que el toque de LSD es cien o mil veces más fuerte que otras drogas alucinógenas, sólo que una cantidad extremadamente pequeña de LSD, la cual es medida en microgramos (un millonceavo de un gramo), es suficiente para crear un efecto poderoso para alterar la mente. “El ácido absorbe 47 veces su propio peso, sacándolo excesivamente de la realidad”, éste es un dicho popular.

El poderoso LSD en su forma pura es una sustancia sin color, ni olor, la cual es diluida por medio de otros agentes, o disuelta y diluida en líquidos para la venta al público en forma de tabletas o micro puntos, cuadros pequeños de gelatina llamados ventanitas, papel mancha o ácido de mancha, que son hojas de papel que contienen LSD. La droga se presenta ocasionalmente en cápsulas, polvos y cubos de azúcar preparados con LSD.

La fuerza promedio del LSD es de 20 a 80 microgramos por cada dosis, considerablemente menos que la de 100 o 200 microgramos comúnmente usados en la década de los 60’s y a principios de los 70’s. Una dosis de 25 microgramos producirá efectos alucinógenos en la mayoría de las personas.

“Estaba sentada por horas examinando lo exótico y magnífico de mi mano derecha, podía ver los músculos, células y poros, cada vaso sanguíneo era fascinante en sí; mi mente todavía se alborota con tal maravilla.”—Alicia (Un diario real)

 El LSD afecta los niveles de serotonina en el cerebro al bloquear ciertos receptores y estimular otros. La serotonina es uno de los químicos de buenas sensaciones del cerebro, asociado con el temperamento, el balance emocional y la conducta durante el sueño.

La droga tiene un impacto fuerte en dos estructuras del cerebro en particular: la corteza cerebral, la cual regula el temperamento, la lógica, la razón y la percepción; y el locus cerelus, el cual está ligado a la amígdala, al hipotálamo e hipocampo, entre otras zonas límbicas, y a las catecolaminas, difundidas por todo el córtex, el cual recibe e integra las señales sensoriales que provienen de todas partes del cuerpo.

Entre 30 y 90 minutos después de tomar LSD el consumidor empieza a sentir los efectos, y ya que el hígado metaboliza el LSD lentamente, los efectos pueden durar hasta doce horas.

La naturaleza del toque varía dramáticamente de persona a persona y de toque a toque, dependiendo de la dosis, la cual puede ser entre 20 y 100 microgramos. También depende de la personalidad del consumidor, del temperamento, sus expectativas, la experiencia previa con la droga y del ambiente donde la droga es tomada.

En cantidades pequeñas, entre 25 y 50 microgramos, el LSD crea ligeros disturbios perceptivos. Dosis más altas de 60 a 200 o más microgramos pueden imitar una enfermedad mental, haciendo que la persona vea y oiga cosas que posiblemente no existen en la realidad.

Los efectos no son completamente dependientes de la dosis; sin embargo, como un investigador dijo: “todos reaccionan de forma diferente a los alucinógenos, y el encantamiento de una persona puede ser el infierno de otra.”

El toque y sus efectos
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©