La Violencia en el Noviazgo
 

La fuerza física, un medio para tener el control
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Actualmente hay un desconocimiento real de lo que es la violencia en el noviazgo, por eso es importante que veamos este tema, para que tú, como padre de familia, cuides a tus hijos, o como joven, te des cuenta si estás sufriendo algún tipo de violencia o si eres tú quien la estás provocando hacia tu pareja.

La violencia en el noviazgo es un problema social que afecta a un gran número de personas, además atraviesa todo tipo de fronteras, ya sean raciales, de edad, religiosas, educativas, económicas, etc. La violencia es un fenómeno denigrante que lesiona nuestros derechos humanos y muestra claramente las diferencias de género.

Físicamente el hombre es más fuerte que la mujer y eso le da cierta superioridad, que en un momento dado puede utilizarla para agredir e intimidar a su pareja, a aquella persona que “supuestamente” ama y quiere.

Ese abuso e intimidación hacia la mujer hace que ella vea coartados sus derechos y se vea limitada por aquella pareja que le pidió que fueran novios porque se querían, pero vemos que en los hechos realmente no hay tal amor ni tal cariño.

Dentro de la relación de pareja, el uso de la fuerza física o psicológica para controlar a una persona es una manera de imponer forma y manera de convivencia. La violencia en el noviazgo lo que busca es que el hombre domine a la mujer para controlar su vida, es presionar a la mujer para que ella quede a disposición del hombre, ya sea mediante amenazas y golpes, o mediante una actitud verbal que lleva a humillarla y a bajar su autoestima.

Entonces la mujer se siente muy menospreciada pero, como en el caso de Victoria, a pesar de todo ella lo quiere porque está en su corazón. ¡Qué difíciles son esas relaciones! La jovencita está siendo agredida y, con todo, no pone un alto; no quiero decir que ella sea la responsable, sí tiene cierto nivel de responsabilidad, pero es el hombre quien tiene la mayor responsabilidad cuando se comporta de esa manera.

En los noviazgos donde hay violencia, hay expresiones como: “¡cállate!” o “¡tú no sabes nada!” Son expresiones de personas insensibles, que catalogan a la mujer como si fuera alguien ignorante, como si no tuviera alguna preparación, como si ni tuviera voz ni voto.

Hay otras expresiones como: “¡Si te grito es porque te amo!”. O expresiones en las que ellos no quieren hacerse responsables de sus actos: “Te pido algo y no me lo das, me haces enojar y por eso te pego.” Hay personas que se les pregunta por qué golpearon a su pareja dan respuestas como esa y agregan: “Se lo merece, si ella me trata mal pues yo también la trato mal.”

Obviamente estamos entendiendo que esto no es amor, usemos nuestro sentido común y nuestra razón; si bien es cierto que la manera de manifestar el amor es a través de los sentimientos, también el amor busca hacer el bien. El amor no hace nada indebido, sino que se traduce en hechos que buscan el mayor bienestar de los demás. Así que si alguna persona te golpea, es porque no te ama; el que en verdad te ama, te cuida, te protege, vela por ti, respeta tu dignidad y te respeta como persona.

“¿Con quién estabas?” “¿En donde estabas?” “¿Qué estabas haciendo?” “¡A ver tu celular, déjame verlo!” Estas preguntas tipo ‘inquisición’ presionan a la persona a revelar aspectos a veces muy íntimos de su vida, no se le demuestra que se le tenga confianza sino que se está tratando de controlar su vida.

Esto llega al punto en que la pareja le pide que evite cierto tipo de amistades y no sólo eso, sino que a veces llegan al extremo de evitar que se relacionen aún con sus mismas familias. Ese tipo de presión busca que la novia o el novio solamente pertenezcan a la pareja con la cual están comprometidos mediante el noviazgo.

Este control total y absoluto es también un tipo de violencia, ya que todos los seres humanos somos sociales y tenemos derecho a relacionarnos con quien queramos, tenemos derecho a establecer relaciones sociales amistosas o familiares que podemos disfrutar. Cuando alguien nos limita para que no tengamos ese tipo de relaciones está impidiéndonos tener libre elección de con quien nos relacionamos, muchas veces esto es por inseguridad, celos, caprichos o deseos de tener el control absoluto.

“Si me dejas, me mato”
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