Por: Ing. Gilberto Sánchez
Quisiera referirme a un extracto de una ponencia recientemente publicada por la revista Enfoque a la Familia: “Hijos e hijas financieramente saludables”, del Profesor Javier Angulo Cardinale, quien es asesor y conferencista en temas de finanzas personales.
Él afirma que una de las razones por las cuales hoy en día muchos individuos se encuentran en crisis financiera es porque nunca fueron enseñados en ser buenos administradores. Y por ejemplo, en el país de Costa Rica donde se desempeña el profesor Angulo, alrededor de la mitad de la población reconoce no haber aprendido a ahorrar, lo cual complica más las cosas.
¡Cuántas dificultades se podrían haber evitado con un poco de educación financiera! Es por eso que este artículo se enfoca en la educación financiera de los hijos. Analicemos las siguientes interrogantes:
- ¿Cómo influyen los valores al enseñar sobre las finanzas?
El profesor Cardinale comenta que “todas las enseñanzas en el tema de finanzas están fundamentadas en los valores alrededor de los cuales se vive y se construye la familia”. Es decir las decisiones -sean estas buenas o malas- que nuestros hijos tomen en un futuro, estarán basadas en los valores que se inculcaron en la niñez.
Una formación acertada en el campo de las finanzas, ayudará a los hijos a no tambalearse en futuras tentaciones financieras (muchas veces ilícitas), y a vivir una vida íntegra, actuando de acuerdo a sus firmes y nobles convicciones.
¡Cuánta razón tenía el rey Salomón cuando dijo: Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él!
Debemos entonces, preguntarnos:
- ¿Qué tipo de valores estoy modelando a mis hijos?
- ¿Podrán estos valores ayudarles a ser buenos administradores de su dinero?
- ¿Hay valores que debo revisar?
- ¿Cuál es mi motivación para ganar dinero?
- ¿Qué es lo que me mueve a gastar mi salario?
Así las cosas, ambos padres deben revisar si los valores en sus vidas tienen la debida prioridad. Ya que lo primordial para los jefes de familia, influirá directamente en la forma en que todos los integrantes piensen, decidan, prioricen y actúen.
- ¿Qué principios financieros se pueden inculcar a nuestros hijos?
Está comprobado que los primeros cinco años de los niños son esenciales para desarrollar en ellos buenos hábitos, mientras que en la primaria y secundaria deberán ser reforzados, y aún cuando crezcan y sean jóvenes se sigue trabajando en ello; es decir, es una práctica constante.
Algunas conductas responsables que se pueden inculcar son las siguientes:
- No siempre se puede tener lo que se ve, ni todo lo que se quiere. Cuántas veces hemos visto niños haciendo berrinches porque quieren tal o cual juguete (que en ocasiones son varios), lo que podría desestabilizar el rango económico dentro del cual se maneja la familia.
- El dinero no es gratuito. Es importante enseñar a nuestros hijos de dónde viene el dinero que los padres utilizamos para comprar. Nuestros hijos, en su inocencia, pueden pensar que con sólo ir al cajero y “picarle” el dinero sale automáticamente.
Debemos enseñarles que esto no es “mágico”, sino que ganar dinero requiere siempre esfuerzo y trabajo. Puede explicarles a sus hijos con orgullo lo que usted hace para ganarse el dinero, y esto será una motivación para ellos. No importa qué lugar ocupe usted en el organigrama de la empresa, todo trabajo es digno.
- Ahorramos con un propósito. Explicar a nuestros hijos que ahorramos para adquirir algo para el futuro. Demostremos, como padres, la importancia del ahorro con el ejemplo, el perseverar en lo que hacemos. Y, cuando se junte el dinero, rompa el “cochinito” y compren lo que habían planeado, explique a sus hijos, en palabras sencillas, el esfuerzo que todos hicieron, ya sea mostrarles los artículos que no compraron por guardar ese dinero, las cosas de las cuales se privaron, etc.
- No todo lo que brilla es oro. Nuestros hijos pequeños no diferencian entre anuncios, películas, novelas y la realidad, por lo tanto hay que enseñar que no todo lo que se anuncia hay que comprarlo, en otras palabras: enseñarle a diferenciar lo útil y necesario.
El profesor Cardinale nos aconseja que evitemos comprar a nuestros hijos lo que nosotros no tuvimos, pues realmente lo que nuestros hijos necesitan es amor, cariño, respeto, educación, salud, que vivan en un ambiente sano donde se puedan desarrollar íntegramente.
- Contentamiento. Estar agradecido con lo que se tiene. Si nuestros hijos ven que papá y mamá se portan de una manera agradecida, que siempre están contentos con lo que pudieron obtener, ellos aprenderán a ser agradecidos.
- Desprendimiento. Lo enseñamos con el ejemplo, al desprendernos de algo que tenemos para apoyar una causa justa o para ayudar a personas con necesidad económica. Así nuestros hijos aprenderán a ser generosos con los demás.
En conclusión, es posible fomentar en nuestros hijos los buenos valores, principios y hábitos mediante el ejemplo. |