Padres y Adolescentes – I Parte - “Padres consistentes que no cambian a través del tiempo”

Empecemos cambiando nuestro comportamiento

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

En el programa anterior hablamos sobre los comportamientos diarios de nuestros hijos y concluimos en que hay dos cosas muy importantes para poder ayudar a nuestros adolescentes: debemos ser específicos y debemos ver las consecuencias de determinado comportamiento.

La gente, a menudo, se comporta de cierta manera debido a las consecuencias de dicho comportamiento, lo que se obtiene de ello o lo que les resulta de ese comportamiento. Muchos comportamientos que los adolescentes muestran, son debido a las consecuencias de ellos, qué obtienen.

Cuando los padres interactúan con sus hijos están, constantemente, enseñándoles comportamientos; lo mismo los adolescentes, continuamente les enseñan a sus padres cómo responder a ellos.

Si les podemos enseñar a nuestros hijos ciertos comportamientos que no son aceptables, también les podemos enseñar comportamientos aceptables. Esto es verdad, pero la mayoría de nosotros lo hacemos de la manera equivocada y nos enfocamos directamente en ellos, para tratar de cambiarlo.

Es muy difícil tratar de cambiar los comportamientos de otra persona si primero no cambiamos los nuestros. Esto es muy importante. Si los padres cambian la manera de relacionarse con los adolescentes, como resultado, los adolescentes cambiarán la manera de relacionarse con sus padres.

Los adolescentes pueden causar problemas en una familia, tanto como los padres pueden causarlos en ellos. Sin embargo, es más fácil para los adultos cambiar su comportamiento que tratar de cambiar, directamente, el comportamiento del adolescente.

A menudo, sin un cambio en el ambiente que rodea a la persona, será difícil cambiar el comportamiento.

Si las condiciones o las reacciones de la gente que rodean a la persona son modificadas, será mucho más fácil que cambie su carácter.

Tanto como es importante analizar el comportamiento, los padres necesitan ver más de cerca lo que ellos están haciendo y cómo responden a las situaciones.

Si los padres podemos cambiar nuestras reacciones y nuestros comportamientos usados para tratar con los adolescentes, ellos, como consecuencia, pueden modificar su comportamiento.
Esto es interactuar con nuestros hijos, tratando de enseñarles ciertos comportamientos a nuestros adolescentes, mientras ellos nos enseñan cómo responder a ellos.

Podríamos estarles enseñando cómo ser dependientes en extremo a nosotros, a que sean inmaduros, a que no acepten un “no” como respuesta a que no nos escuchen, etc.

Al mismo tiempo, ellos nos podrán estar enseñando cómo estar constantemente enojados, a que nos contesten mal, a que estén peleando, a que sean criticones, etc.

¿Qué les estamos enseñando?
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