Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Lo primero que te podemos recomendar es ponerte en contacto con un profesional de la salud mental. Si tú sospechas que tu hijo está consumiendo drogas o alcohol, ponte en contacto con un especialista en esta área.

No todos los profesionales de la salud mental tienen experiencia para tratar con problemas de adicciones, busca uno que tenga entrenamiento y experiencia en tratar con esto. En muchas ciudades hay centros que ofrecen tratamientos para el abuso de sustancias o pueden proveerte de información adicional.

Es interesante e importante que identifiques cuáles son los problemas que pueden estar afectando a tu hijo, y los resuelvas; pueden estar relacionados con la escuela, la familia, sus amigos o aún un problema con él mismo. Si hay un conflicto matrimonial, si hay problemas de disciplina, si hay fallas en la escuela o problemas de integración social, tú debes tratar de resolver lo que está afectando al muchacho.

Otra forma de tratarlo es animándolo a tener nuevas amistades, esto es más difícil de hacer con un adolescente que con un niño, pero trata de ayudarlo. No hagas menos, critiques ni hables mal de sus amistades, porque cuando lo haces él siente como si tú estuvieras hablando de él. En ciertos momentos sería apropiado que le restringieras algunas amistades y, aún mejor, que lo animaras a que tuviera otras amistades sanas.

Anímalo a que se interese por otras cosas, provéele oportunidades para que se involucre en pasatiempos o se interese en otras actividades; podría ser que algunos deportes le gusten. Haz que pueda desarrollar confianza en sí mismo. Acentúale los atributos positivos y busca áreas en su vida que puedan estar produciéndole falta de confianza.

Haz cosas que puedan contrarrestar esa falta de confianza y, al mismo tiempo, aumenta una imagen positiva de él mismo. Desarrolla una responsabilidad en todo y disciplina propia. ¿Por qué? Muchos muchachos no están motivados y muestran problemas con la responsabilidad. Ellos no miden las consecuencias y esto puede ser parte del problema del abuso de sustancias adictivas.

Trata de desarrollar en él una responsabilidad total en quehaceres o cosas que tenga que hacer dentro de la casa. Por ejemplo, mantener su cuarto limpio, no dejar cosas tiradas, etc. Establece una buena comunicación con él, muchos muchachos tienden a apartarse de la familia y a no comunicarse con los padres a esa edad.

Muchas veces, cuando los profesionales hablan con los adolescentes acerca de las drogas o el alcohol y tratan de hacerle ver este punto, ellos lo ven como un discurso o algún tipo de regaño. Trata de establecer una línea abierta de comunicación con tu muchacho; habla con él acerca de sus intereses, de lo que le gusta y de lo que no le gusta. En ciertos momentos, la meta de tu comunicación no debe ser reunir información sino interactuar, intercambiar información de forma positiva.

No seas manipulado por el muchacho; muchos de ellos son expertos en manipular, no confíes de manera ciega en él y dejes que te manipule. Establece reglas y consecuencias a seguir. Haz cosas que ayuden a que él pueda confiar más en sí mismo.

Elimina los modelos de comportamiento que sean inapropiados para tu adolescente. Si sospechas que tu hijo está consumiendo drogas o alcohol, debes estar seguro de que tú no estás demostrando comportamientos similares. Puede ser que esa influencia la reciba en casa, con sus compañeros, en la televisión o en las películas que ve en el cine.

Es importante también tratar sus problemas emocionales. Si él experimenta dificultades emocionales como: depresión, tristeza, angustia, ansiedad, etc., consulta con un profesional apropiado de salud mental.

Finalmente establece reglas y consecuencias por su comportamiento; evita proteger al muchacho de pasar por las consecuencias al no seguir las reglas. Necesitas actuar cada vez que el muchacho muestre comportamientos específicos, especialmente si continúa consumiendo drogas y alcohol.