Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub
Mencionamos que el divorcio se ha convertido en un problema serio. Las estadísticas son alarmantes.
En cierta ocasión un maestro preguntó a su alumno de secundaria: “José, describe tu vida en una sola frase”, y José contestó: “Mis padres están divorciados”.
Yo creo que esta declaración de José nos describe el infierno, el dolor, la angustia, la soledad, la depresión e incapacidad que viven muchos jóvenes. “Mis padres están divorciados.”
El divorcio produce un cambio total en la vida de muchos jóvenes, y es un asunto serio. Casi la mitad de los matrimonios en Estados Unidos van rumbo al divorcio, igual en México. Estadísticas similares tenemos en América Latina y en otros países de habla española.
Es importantísimo enseñar a nuestros hijos a traer ante nosotros como padres de familia sus cargas, sus preocupaciones, angustias, e inquietudes.
Que ellos puedan mejorar su comunicación con nosotros, que estemos dispuestos a entenderlos, a soportar sus diferencias de opinión y no tratárselas de destruir de un golpe, sino comprender por qué piensan así, y atravesar las barreras de la comunicación que pudieran existir, esto es sumamente importante. |