Por: Ing. Gilberto Sánchez

Lo que se debe hacer en estos casos podría llegar hasta una denuncia. De hecho, se considera violencia intrafamiliar el hecho de que una persona no esté proveyendo lo económico y tenga abandonada a la familia.

Vamos a entender el punto fuerte aquí: se supone que el matrimonio es un pacto, un compromiso de dos personas donde cada quien se compromete a hacer su parte. La parte que normalmente se espera del varón es que salga a trabajar, gane dinero y pueda regresar y proveer para la casa.

Ese es el modelo normal o común de las familias. Hay veces que los dos trabajan y los niños quedan al cuidado de una guardería. Pues bueno, están tratando de hacer su esfuerzo.

Pero en el caso en el que el padre de familia no provee, la situación se complica muchísimo y puede recurrirse a la denuncia. La mujer puede decidir denunciarlo porque los hijos no están recibiendo lo necesario.

Lamentablemente, han habido casos en los que se habla con ellos y no quieren cambiar su actitud o su conducta. Dicen: “Es que no hago nada malo”, ¡pero tampoco hacen nada bueno!

Y además sí están haciendo algo muy malo: están dando un muy mal ejemplo para sus hijos, quienes están viendo un pésimo modelo de padre y de lo que debería ser un hombre: no trabaja, no provee pero sí quiere comer y ser servido. Eso es un abuso y una injusticia sumamente grande.

Sonará muy fuerte la opción de la denuncia, pero se puede, y debe hacerse. Usted ponderará si es necesaria o no. Pero esa ya es una situación que está afectando a toda la familia, más cuando hay violencia.

La mujer puede decir: “Es que yo me comprometí a estar con él en las buenas y en las malas”. Hay que analizar lo que eso significa. Ninguno de nosotros nos casamos pensando que la pareja no iba a responder.

Todos nos casamos entendiendo que teníamos ciertos derechos y ciertas obligaciones. ‘En las malas’ más bien se refiere a una tragedia o a una situación difícil. Ahí si hay que apoyar hasta que se resuelva la situación.

Si hay una enfermedad, la pareja responde hasta que el otro esté restablecido; o si hay una crisis económica o una injusticia en la familia, se deben apoyar mutuamente.

La base ideal de un matrimonio es que ambos viven para amarse y servirse. Pero qué terrible es cuando tú te das y la otra persona, lejos de avergonzarse, abusa de ti. ¡Qué pesada es esta situación! Sin embargo, esto es algo que se vive mucho actualmente en América Latina.