El matrimonio: El amor realista

Repitiendo lo vivido

Por: Profr. Roberto Durán

También, se debe de considerar que en esta etapa hay enseñanzas de la familia de origen, en cada uno de los cónyuges, actitudes aprendidas en la familia, probablemente no se ha dado cuenta de que su esposo tiene muchas actitudes semejantes a la de su suegro y su esposa a la de su suegra.

La verdad es que la enseñanza que nosotros hemos tenido acerca del matrimonio, es en el seno familiar, y en nuestro país, no hay una enseñanza o maestría que esté reeducando a toda la sociedad mexicana, sobre lo que es un matrimonio, responsabilidades, sino que todo esto lo aprendemos en la experiencia de lo que hemos vivido, y se puede observar en lo que estamos viviendo.

Cuando somos niños y jóvenes observamos a nuestros padres, siendo así una enseñanza que se va retroalimentando con los años, que obviamente cuando entramos en la etapa matrimonial, lo repetimos recordando como llevaban nuestros padres su vida matrimonial.

Ahora desafortunadamente los matrimonios han sido una repetición de sucesos, en diferentes actividades en el hogar, recordará que a los hombres mexicanos se les reconoce como los hombres machos, que tenían dos mujeres, a la mujer se le reconoció como la mujer sumisa, abnegada, que no podía decir absolutamente nada, no vamos muy lejos, hace no menos de veinte años la mujer no tenía derecho a votar, en otras palabras había una cultura, una serie de sucesos repetidos y en la familia es lo mismo cotidianamente.

Esto nos lleva a entender por qué ciertos comportamientos de su cónyuge; si lo platica con su esposo o esposa se dará cuenta de que son sucesos repetidos, ahora, nuestros padres pudieron vivir cosas buenas y malas, pero aquí es donde la pareja, que entiende que no todo es correcto, que hay que tomar lo bueno y quitar lo que no conviene, entonces empezará una comunicación más profunda.

Le invito a que se pregunte respecto al matrimonio que usted vivió durante veinte, treinta años o más, que cosas esta reproduciendo, quizás de una forma repetitiva pero que no ha sido conciente, entonces, si ya está consiente consigo mismo, pídale a su esposa que con respeto le diga las cosas que esta repitiendo de su familia de origen y viceversa.

Tome lo que es correcto y así comience a renovar su contrato matrimonial, donde empezamos a hablar de las realidades, de las características, de ambos, y así tener un contrato por parte de los dos, preguntándose como quieren que sea su pareja y finalmente estando de acuerdo, comprométase a llevar una nueva forma de ver la vida, que lo puede hacer a usted feliz, cambiando todas las cosas que son desagradables y entendiendo estos principios, cambiará su vida matrimonial y por ende su familia será más integrada.

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