Por: Ing. Gilberto Sánchez

2) Su esposo confía en ella

Debido a la conducta virtuosa de su esposa, el marido podrá confiar en ella, de una manera en donde ellos pueden descansar de muchas responsabilidades. Sin olvidar que el matrimonio es una responsabilidad compartida.

No estamos hablando del tipo de hombre que le deja todo a la mujer y abusa de ella. Estamos hablando del marido que trabaja, que sabe ganarse el pan para su familia, para el sustento de sus hijos, pero a la hora de salir, le encomienda el trabajo y la administración de la casa a su esposa, porque sabe que su esposa es responsable, tiene buen juicio, que es diligente, que sabe disciplinar a sus hijos e influenciarlos para el bien.

El esposo está muy contento y confía en ella. Pero qué triste es escuchar a mujeres que dicen: “Mi esposo no confía en mí, siempre me dice que no tengo la suficiente capacidad, que no sé hacer muchas cosas”.

Quiero recordar a los maridos que es necesario educar a las mujeres, instruirlas, si es que usted quiere que su esposa domine algún aspecto de la casa, de la vida familiar, enséñele. La verdadera mujer virtuosa se dejará enseñar, reconocerá que no sabe y podrá ir con el marido a pedirle que le enseñe, y aprenderá a hacer bien las cosas. Y esta confianza traerá beneficios tanto al esposo como a toda la familia.

Es muy importante recordar que el matrimonio es un equipo de dos, que tiene como fin cuidar a los hijos, en donde cada uno tiene diferentes tareas, no que uno esté arriba del otro, sino que se ayuden el uno al otro y juntos provean lo necesario y saquen adelante su matrimonio.

3) Siempre le hará el bien a su marido

Es una mujer que siempre está viendo la manera de ver el bien de su marido y de sus hijos. No es aquella que le hace daño a su familia, por lo menos no de una manera consciente. En su corazón no hay actitudes de venganza, no deja caer la amargura con sus hijos en contra de su esposo.

Y aún si llega a equivocarse o si tuvo alguna situación difícil con su marido, ella no va a tener una actitud predispuesta a hacer daño, siempre cambiará su actitud y tratará, junto con él, de resolver bien el problema.

Es una persona mansa, cuyo carácter no es explosivo, no es temperamental, sino al contrario; sabe controlar su carácter. Busca razonar y aprender de su marido para poder resolver las diferentes circunstancias del matrimonio y de la familia.

4) Es trabajadora y tiene iniciativa.

Es una persona trabajadora, que busca apoyar al marido en lo que sea necesario para ayudar en el sustento y mantenimiento de la casa, en la formación de los hijos. No es una mujer perezosa, que pierde el tiempo en pláticas vanas, en chismes, hablando mal de la gente o de cosas que no edifican.

Es una persona que está trabajando para su casa y que aprovecha el tiempo, se levanta temprano, tiene muy claro cuáles son sus responsabilidades y busca cumplirlas fiel y diligentemente, porque está pensando en el beneficio de su casa.

No es conformista, si ya acabó las tareas de ese día, ella va más allá, hace algo más, tiene iniciativa, no se queda detenida, busca cada vez hacer el mayor bien, aprovecha el tiempo, platicando con sus hijos de su estado emocional.

5) Sabe esforzarse para obtener lo necesario en beneficio de su familia.

Es una mujer sacrificial, busca suplir las necesidades aunque esto implique un esfuerzo extra. Si ella necesita alguna ayuda, apoyo por parte de los hijos, busca las mejores herramientas, para cubrir la necesidad, ya sea un mejor médico, que esté dentro de sus posibilidades económicas.

Es una persona que se atreve a hacer sacrificios, aunque le lleve más tiempo personal, busca lo mejor para sus hijos. Y aunque no haya suficiente dinero, ella trabajará para conseguirlo, por amor a sus hijos. Este tipo de ejemplo es el que influencia a los hijos a cambiar en su actitud, al ver la negación, el servicio, la entrega, el sacrificio que su mamá hace por ellos.