Los valores morales I

Alarma en Goa: el choque de valores

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Me gustaría iniciar comentando una anécdota que se desarrolla en una playa de la India, en donde empezó a haber una relación entre dos culturas muy distintas: la occidental y la oriental.

Ambas culturas tienen muchas diferencias en sus formas de pensar, de enfocar la vida. Pero esta situación, que pasó en Goa, refleja mucho de lo que está ocurriendo hoy en día alrededor del mundo.

Vivimos en tiempos de globalización, donde las distancias parecen acortarse, donde los medios de comunicación hacen que el mundo sea más pequeño, es decir, tenemos acceso a información más rápida, más barata, más precisa cada día, y las influencias interculturales de diferentes países se van mezclando y haciendo que se confronten los tipos de pensamientos y las formas de ver la vida.

En una carta dirigida al Primer Ministro Indio, Rajiv Gandhi, en 1990, un grupo de activistas de Goa, en una ex colonia portuguesa del sur de la India, formaron una asociación civil, que se denominaba “Ciudadanos Inquietos por el Turismo”. Este grupo de activistas afirmaban en su carta lo siguiente:

“En los últimos 10 años, hippies y mochileros de la misma calaña, se han instalado aquí, viven en nuestro territorio, sin visas ni pasaportes, se tumban desnudos en nuestras playas y practican y propagan el amor libre.

Las drogas son parte integral de su despreocupada manera de vivir, son parásitos que prosperan, tomando la savia vital de nuestra nación, de nuestra juventud. Se piensa que algunos de nuestros jóvenes, varones principalmente, prefieren la música y los hábitos sexuales occidentales a los valores tradicionales, como la honradez, la disciplina, la buena conducta y el patriotismo”.

Esta primera parte de la carta nos habla de una problemática que se estaba viviendo en este lugar, donde lo que más preocupaba a la comunidad era la conducta que estaban teniendo.

En el momento en que se estaba presentando el problema, había un joven de Bruselas, que se llamaba Arun Saldaña, quien estaba realizando una serie de investigaciones sobre el turismo en Goa, para obtener su doctorado. Él refiere lo siguiente:

“Observé reacciones emocionales ante la cultura blanca de los turistas hippies y que difícilmente se podría conciliar con la tradicional de las aldeas de la costa.

La alarma ante la idea de que los jóvenes sucumban a supuestos placeres extranjeros no es algo nuevo.

La cultura juvenil es, por definición, rebelde, y vulnera a las nociones que los adultos tienen de decencia y salud, de responsabilidad y buen gusto.

No es de extrañar que la desaprobación de los mayores se traduzca en informaciones alarmistas de los medios de comunicación, y a menudo en acciones policiales encaminadas a suprimir las subversiones”.

Esto es algo que empieza a describir un extranjero. Lo que narra es que él se da cuenta de que es un choque de dos culturas, donde la forma de pensar de los hindúes es totalmente contraria a la que traen los europeos.

Para esto, el joven Arun Saldaña nos describe cómo había sido el proceso para llegar hasta este tipo de situaciones. Empieza a narrar desde los años 70’s en su reporte:

“En los años 70’s, los hippies escuchaban su música tendidos en las playas y embrutecidos por las drogas, mientras la población local trabajaba para subsistir. Dos mundos opuestos coexistían en una misma aldea, pero nunca hubo problemas para hablar de ello.

En los años 80’s, las fiestas se volvieron multitudinarias. La música se tornó electrónica y el mercado de la droga se organizó mejor. A comienzos de los años 90’s, el turismo hippie dio paso a una de las más famosas expresiones del rap en el mundo, la música “Goa Trans”, o “Trance de Goa”, que no sólo atrae a ravers y a grupos de turistas del Reino Unido, Israel, Alemania, Francia, o Japón, sino también a la juventud local.

En Goa, la alarma moral se ha convertido en un problema entre norte y sur, debido a ese insidioso imperialismo cultural. Para numerosos padres, periodistas y activistas, los extranjeros blancos están imponiendo su cultura a los jóvenes indefensos de Goa.

Tradicionalmente las fiestas de Goa Trans se celebran durante la luna llena, en navidad o año nuevo, en playas, bosques y colinas. La entrada es gratis y se prolongan hasta el día siguiente, y mantienen despierto al pueblo.

La música Goa Trans, es música tecno rápida y reiterativa con cadencias que recuerdan la armonía oriental. El pasado hippie de Anjuna se refleja en las pinturas fluorescentes y en espectáculos que se adaptan a la fuerza psicodélica de la música realizada por el consumo de drogas ilegales, como LSD, éxtasis.

Muchos habitantes de Goa participan vendiendo té, comida rápida, cigarrillos, conduciendo taxis, alquilando habitaciones, motos, recintos para fiestas, equipo sonoro. También venden alcohol, ropa, alimentos, etc.

Y como la música ruidosa está prohibida en Goa después de las 10 de la noche, policías corruptos pueden ganar montones de rufias, (moneda de plata hindú), cobrando sobornos por permitir las fiestas y la posesión de drogas.

Las festividades de Anjuna son tan interesantes para los extranjeros como para los goanos. Sin embargo, esta dimensión económica es ignorada por sus detractores que estigmatizan la atmósfera festival de la ciudad por estimar que complace a los turistas, corrompe al gobierno y seduce a la juventud de Goa.

Se trata de una alarma moral, con una dimensión poscolonial e intercultural”.

Arun le llama “alarma” porque se exageran los efectos del trance y le dice “moral” porque siempre tiene una connotación puritana y patriótica. Para terminar, Arun dice lo siguiente:

“Ello impide admitir que muchos jóvenes de Goa disfruten de las fiestas sin drogas demasiado caras, sin sexo, contrariamente a la idea generalizada en la región.

Los ravers no son orgías sexuales; es más, numerosos jóvenes ricos de Bombay están descubriendo la Meca del Rav en su propio país. Pasan fines de semana y vacaciones disfrutando de esas fiestas, aunque se quiten la indumentaria hippie al regresar a casa”.

Aquí encontramos lo que llamaremos un “choque de valores”, en otras palabras, dos maneras distintas de ver las cosas.

Por un lado vemos padres que están considerando que es más importante que sus hijos no caigan en la inmoralidad sexual, en el alcoholismo o la drogadicción, que se estresan y angustian porque los grupos de mafia estaban proliferando, invirtiendo mucho capital para construir hoteles y lugares de diversión.

Por otro lado, tenemos una persona con un punto de vista muy liberal, considerando que “no es para tanto” y que se estaba teniendo un beneficio económico al tener mayores ingresos.

¿Por qué se pueden dar estos puntos de vista tan diferentes? Puede haber muchas razones, entre ellas, las influencias que puede recibir una persona durante su vida.

La conciencia, código de conducta
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©