La depresión juvenil

Jóvenes con propósito

Por: Dr. Salvador P. Cárdenas

Hay un punto muy importante por abordar y no quiero dejarlo pasar por alto. Es un texto de las Escrituras, un texto qué esta en el Antiguo Testamento, en un libro que es bastante interesante y que les recomiendo que lo lean en casa, se llama el libro de Eclesiastés y dice lo siguiente:

“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes de que vengan los días malos y vengan los años de los cuales digas no tengo en ellos contentamiento”. Eclesiastés 12:1

¿Qué es acordarte de tu Creador? Es tener en cuenta que existe Dios, que Dios te formó, y que Dios te dio la vida que ahora tienes.

Hay una pregunta que ahora quisiera abordar: ¿por qué en la sociedad actual la segunda causa de muerte en los jóvenes es el suicidio? En otros contextos sociales, en otros tiempos eso no estaba sucediendo; cualquier libro de medicina que tomes, en que puedas ver estadísticas de cuáles eran las causas de muerte antes y cuáles son las causas de muerte hoy, te vas a dar cuenta que antes el suicidio no era, para nada, la principal causa de muerte en los jóvenes. Hoy es la segunda causa de muerte.

¿Por qué los jóvenes se están deprimiendo más de lo que normalmente sucedía en otros momentos? ¿Por qué están llegando al paso del suicidio? Lamentablemente la juventud de hoy en día ha aceptado una forma de vida totalmente ajena a los principios morales que deben de regir una vida.

Creamos o no creamos en Dios, tenemos una conciencia. Nos guste o no, ahí está, y esa conciencia nos dice lo que es bueno y lo que es malo. Esa conciencia fue puesta en nosotros para respetarla, no para violarla, esa conciencia fue puesta en nosotros para que sea el dirigente de nuestra vida, para decirnos qué hacer y qué no hacer, cómo comportarnos y cómo no comportarnos.

En el contexto social actual la libertad del joven se ha endiosado, es decir, pareciera ser que lo más importante sobre cualquier cosa es la libertad , y particularmente, pienso que la libertad es algo importantísimo en el ser humano, pero no lo más importante en sí mismo.

Es decir, hay otras cosas más importantes en la vida, pero cuando incluso se ha sacado de contexto esa libertad diciéndote que ahora puedes hacer con tu vida lo que tú quieras, a pesar de que tu conciencia te diga que hay cosas que no debes hacer, sucede que, al estar violando sistemáticamente la conciencia y el código de conducta que está metido en ella, el equilibrio emocional se ve afectado.

Tu conciencia, por ejemplo, te dice que no es bueno estar teniendo relaciones sexuales fuera del matrimonio y sabes porqué no es bueno: porque puedes contraer alguna enfermedad, porque puede venir un embarazo no deseado, y simplemente porque no es correcto moralmente, sino lo correcto es respetar las cuestiones del sexo.

Tu conciencia te dice que no es bueno estar viendo pornografía, que no es bueno hacer uso de drogas, tu conciencia te dice que es bueno honrar y respetar a tus padres y por lo tanto el no ser sensibles a la conciencia, sino actuar por encima de ella, puede ocasionar un serio problema.

Muchos jóvenes actúan en contra de su conciencia y aceptan ese tipo de vida porque posiblemente les parece más divertido; precisamente por eso lo hacen y viven así. Si no fuera divertido nadie lo haría, pero por ser divertido tú haces todo eso y manchas tu conciencia frecuentemente con ese tipo de vida. Eso provoca en ti un desequilibrio emocional en tu conciencia, en tu cerebro, que te empieza a llevar a un estado de depresión, por hacer aquello que sabes que no debes hacer.

Cuántos suicidios han surgido a consecuencia de un noviazgo mal llevado entre jovencitos, en donde empiezan a tener relaciones sexuales y de repente al muchacho ya le gustó otra chica y “manda a volar” a aquella que tenía ¡y ésta jovencita termina quitándose la vida! Se sintió usada, sucia, sintió que no valía nada en la vida.

Apreciado amigo, tú no te sentirías así si no te hubieras prestado a toda esa forma de vida. Yo te invito a que reconsideres este texto: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud.

Eres joven, eres fuerte, tienes mucho entusiasmo en la vida, te sientes con el derecho de la libertad, y por supuesto que es tu derecho, pero la libertad mal entendida no lo es.

Toma en cuenta a Dios, toma en cuenta la conciencia que Dios te dio, si tú aprendes a respetar a Dios, aprendes a respetar la conciencia que tienes, tú estarás aprendiendo a vivir con principios que te ayudarán a tener una estabilidad emocional que alejarán de ti esos estados depresivos patológicos y enfermizos tan característicos en muchos jóvenes hoy en día, que tú no tienes porqué participar de eso.

Aprende a decir “no” a lo que tengas que decir “no” . Aprende a pararte por valores que tu misma conciencia dice que deben de existir, aprende a ir en contra de la corriente, aprende a vivir lo que realmente significa ser libre.

El aceptar vivir bajo la opinión de los demás jóvenes y adolescentes es vivir engañado, o sea, no estás siendo libre . La verdadera libertad consiste en aprender a decir “no” cuando hay que hacerlo, la verdadera libertad consiste en aprender a respetar nuestra conciencia, aprender a respetar a Dios, quien es Aquél que nos creó y quien nos dio nuestra conciencia para que la respetáramos y para que viviéramos a través de ella.

Los que son padres de familia ojalá puedan aprender a fomentar estos valores en sus propios hijos, ya que les ayudarán a evitar muchísimas actividades incorrectas e inadecuadas que por otra parte les darán una estabilidad emocional, que los jóvenes hoy en día no tienen porque no conocen a Dios, porque no respetan sus propias conciencias y porque acaban viviendo una forma de vida para la cual no fueron creados.

Que Dios te bendiga y te ayude a ser libre en todos los sentidos. Me refiero a ti que eres joven y a usted que es padre de familia, que Dios lo ayude a levantar hijos emocionalmente estables. Que Dios los bendiga.

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