Sufrimiento y maltrato infantil

Actitudes correctas del adulto hacia el menor abusado

Por: Dr. Salvador P. Cárdenas

A continuación expondré algunas sugerencias sobre la actitud adecuada que debe adoptar el adulto que pretende ayudar al niño a exteriorizar todo lo que tiene en su interior:

Primero: Usted debe de alentar al niño para que hable acerca de lo que le pasa. Para que esto ocurra, debe de tomar una postura libre de prejuicios y afirmaciones valorativas; es decir, no estarle diciendo al niño acerca de lo que él está hablado (no debe de empezar a emitir juicios sobre eso), simplemente invitarlo a que siga hablando y que usted esté abierto y receptivo a todo.

Si el niño percibe de parte de usted una actitud indiferente u hostil a lo que él le está diciendo, en ese momento el niño se va a cerrar y entonces no podrá ayudar al niño en ninguna forma posible, porque el niño ya no va a exteriorizar con libertad y confianza lo que si estaba dispuesto a hablar.

Segundo: El adulto debe demostrar que comprende al niño y que es importante lo que está comunicando; es decir, la persona adulta debe hacerle sentir un apoyo en su situación, que no se sienta que está solo, sino que le propicie al niño una forma más positiva de encarar y resolver su trauma.

Tercero: Es necesario que la persona adulta afiance al pequeño en la idea de que haber confiado su experiencia es algo bueno. Muchas veces el niño tiene temor de exteriorizar lo que está viviendo porque piensa que quizá le va a ir peor por estar hablando.

Cuántos niños se callan cosas, sufren muchísimo porque se sienten con pena o temor de hablar porque piensan que les va a ir peor. Es entonces tarea del adulto, sea hombre o mujer, el decirle que es muy bueno que hable lo que está hablando para que así el niño pueda sentirse libre y continuar esa plática.

Cuarto: Debe aclarársele al niño que el abuso que recibe no es un castigo por algo que ha realizado. Que el niño entienda que aún cuando haya tenido una mala conducta, no se merece un maltrato físico, ni que lo agarren y le den una golpiza.

Un niño no se merece que lo abusen sexualmente y no se merece que lo maltraten emocional o psicológicamente aunque haya hecho alguna travesura o algo incorrecto. Hay formas de solucionar eso, de hacer salir al niño de esa necedad, de esa desobediencia.

Quinto: Es importante ofrecerle protección a ese pequeño, de tal forma que reciba el apoyo incondicional que busca; de otra forma, si el niño no ve y no se siente protegido, nunca va  a creer en los adultos, ni en las personas mayores: de las personas mayores y de los adultos ha recibido violencia y abusos, y cuando finalmente se decidió a contar su triste historia, se encuentra con un adulto indolente, que no toma en cuenta lo que el niño está sufriendo, será muy difícil que el niño nuevamente quiera volver a hablar.
¡Tomemos en serio nuestro papel de adultos!
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