Enfrentando el dolor del adulterio

Adulterio, una triste realidad

Por: Ing. Gilberto Sanchez

Lamentablemente vivimos en tiempos en los que el adulterio y la falta de respeto a los votos matrimoniales,  están causando muchas heridas entre las personas que se ven afectadas.

Hablar del adulterio o de infidelidad, es una realidad. En Esperanza para la Familia, no queremos que nadie pase por este tipo de experiencias, porque lo hemos visto en las personas que nos han hablado, que tienen un profundo dolor y una soledad muy fuerte a consecuencia de esto.

Las estadísticas son muy frías pues nos indican que de cada tres matrimonios que sufren un adulterio o infidelidad, uno se destruye. Se destruye la familia y se acaban las ilusiones, las esperanzas, los proyectos de vida y las metas que se tenían contempladas. Los otros dos matrimonios que sobreviven lo hacen con una calidad de vida muy por debajo de lo que se desearía o de las expectativas que se tenían para ese matrimonio. Es por eso la importancia de hablar de este tema.

Debido a la problemática de cada una de las familias, habrá una respuesta acerca de qué hacer para levantar su matrimonio, dependiendo de cada uno de los casos.

Hay matrimonios que después de la infidelidad, tienen tanto dolor que deciden ya no continuar, no pasar por alto la ofensa y deciden terminar con el matrimonio, ellos son ese 33% del que hablábamos.

También hay matrimonios que deciden continuar, pero la pareja que comete el adulterio decide continuar con su práctica, no está dispuesto a enmendar su camino, sino que quiere seguir cometiendo su infidelidad sin dejar a la familia.

El día de hoy hablaremos de los matrimonios, que habiendo sufrido una infidelidad, están de acuerdo en salir adelante y continuar con su matrimonio. La parte ofendida decide perdonar y seguir adelante, pero está llena de problemas, de pensamientos, tiene confusiones en su mente y en su deseo de restaurar su matrimonio, lucha y se esfuerza; y la otra parte reconoce que hizo mal, asume su responsabilidad y toma la decisión de dejar esa relación. Toma la decisión de volver a sus votos de fidelidad y, aprovechando que su cónyuge le está dando una segunda oportunidad, decide reiniciar su vida matrimonial y familiar.

De antemano, en Esperanza para la Familia, anhelamos que todos los matrimonios permanezcan hasta el fin de sus vidas, hasta que la muerte los separe, ese es el compromiso que las parejas asumen cuando se casan y anhelamos que cumplan el propósito por el cual unieron sus vidas, nuestro deseo es ayudarlos a seguir adelante para que sus hijos tengan un ambiente familiar en donde papá y mamá se demuestren un amor y puedan proveer todo un entorno de educación y formación integral, para que ellos puedan ser ciudadanos de bien y a su vez puedan formar matrimonios exitosos.

Estamos asumiendo que hubo un adulterio y que ambas partes se enteraron del adulterio y debido a estas circunstancias han decidido caminar de nuevo y volver a comprometerse. Esto se aclara por que muchas veces las personas dicen que en su matrimonio hay adulterio, cuando en verdad es que no lo hay, sólo se dejan llevar por chismes, por ideas o conceptos que ellas traen, o porque hay mala comunicación en la familia, de tal manera que no permiten esclarecer nada y entonces se cae en una situación en donde las personas asumen que su cónyuge está cometiendo un adulterio.

No han sido pocas las veces en las que nos hemos dado cuenta que no existe tal cosa. Si había una muy mala comunicación pero la realidad es que no se había llegado a un adulterio. Dar consejería sobre como enfrentar un adulterio a una situación en donde no existe este, puede ser contraproducente.

Es muy importante que establezcamos bien el perfil del que hoy vamos a hablar en este programa. Hablaremos de personas que reconocen que tuvieron un adulterio que está comprobado y que ahora se están dando la oportunidad de salir adelante  y volver a reiniciar sus votos, de darse una segunda oportunidad y que están dispuestos a seguir. Éste es el perfil del que hoy vamos a hablar.

El matrimonio, un compromiso eterno
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