Aprendiendo a perdonar - Parte II

La traición de un amigo

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Recientemente conocí a una persona, a quien llamaremos “Alberto” para proteger su identidad. Él se había asociado con un amigo para trabajar juntos, sin embargo al pasar del tiempo se dio cuenta que su socio le había estado mintiendo durante los últimos meses, es decir, existían ventas cuyas ganancias no se habían reportado.

Alberto se sintió muy mal y le parecía difícil enfrentar la tentación de no resentirse contra su socio, el saber cómo enfrentar la traición de su propio amigo en el trabajo. Sentía un enojo muy fuerte cada vez que relataba este fraude, ya que todo esto había generado problemas económicos en su pequeño negocio. Fue entonces cuando Alberto preguntó qué tan importante era perdonar.

Todos alguna vez en la vida, como Alberto, hemos sufrido algún tipo de traición, de agravio, de ofensa, y como él nos preguntamos: ¿Cómo podemos realmente perdonar?

Alberto decía: Si lo perdono, ¿le estoy pasando por alto su fraude? ¿Cómo podré volver a tener confianza en mi socio? ¿Deberé confrontar a mi socio con este problema? ¿Cómo podré dejar de obsesionarme acerca de esto?

La respuesta para Alberto fue esta:

“El perdonar no significa que vas a pasar por alto el fraude o la mentira; tú sabes que el fraude es malo, que la mentira es mala, estás conciente, porque así te lo dicta tu conciencia.

El hecho que alguien te haya lastimado no significa que debes tú sufrir en una forma prolongada; no porque alguien te mintió vas a aceptar tú que la mentira está bien, o sea, perdonar no significa que tú estés de acuerdo con el fraude que cometió tu socio contra ti, sin embargo Alberto, ¿qué puedes hacer con tu socio mentiroso, con aquél que te despojó de una cantidad fuerte de dinero en tu negocio?

El perdón te va a permitir que todavía puedas disfrutar tu vida y no destruirla, pues de otra manera vas a destruir a tu familia, tus amigos y vas a estar cargando con el pensamiento toda la vida, de que tu socio es un mentiroso, etc.”

Le pregunté a Alberto si esta situación valdría tanto la pena como para haberle arruinado la vida en los últimos meses, a lo cual me respondió: “¡no!” Le dije entonces que cuando estuviera atrapado en su resentimiento no iba a poder tener su mente clara para tomar buenas decisiones ya que estaba más obsesionado con el dinero que le habían robado, que en su familia o en su propio bienestar.

Aprender a perdonar te permite tomar mejores decisiones en la vida, no puedes cambiar el futuro.

Le pregunté que si estando enojado por otros meses más iba a poder cambiar lo que pasó. Alberto por supuesto, sabía la respuesta y finalmente, decidió perdonar. Cesó de sentir resentimiento hacia su socio, mas no estuvo de acuerdo con el fraude que su socio cometió contra él.

Ahora analicemos otro punto importante: ¿Alberto tiene derecho a que le sea devuelto el dinero que le robó su socio? Claro que sí y eso no significa que no ha perdonado.

¿Alberto tiene derecho de cambiar de socio, por cuanto ya se dio cuenta que su socio es mentiroso y le roba? Claro que sí. Eso no significa no haber perdonado a su socio.

Lo que significa haber perdonado al socio es que ya no siente remordimiento, resentimiento, odio, ni obsesión contra lo que le hizo su socio: ¡le ha perdonado la deuda, y si el socio no le quiso pagar, allá él, Alberto ahora es feliz! Alberto tiene su mente libre para poder tomar las decisiones que son necesarias, goza de una mente lúcida y capaz de razonar.

¿Cuántas personas como Alberto, viven atrapadas en su resentimiento? ¿Cuántas personas viven atrapadas en situaciones que los afectan en una forma directa o indirecta?

Muchas personas tienen conceptos equivocados en sus propias mentes acerca del perdón y esto les impide poder dar este paso.
La desilusión de Mariana
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