Por: Dr. Salvador Cárdenas

Cuando una persona no sabe manejar correctamente su sexualidad y comienza a tener relaciones sexuales antes de casarse, su conducta es controlada por el placer que produce la relación sexual.

Entra entonces en una esclavitud por ese placer y muchos de sus pensamientos giran en torno al sexo.

Una persona que nunca ha tenido una relación sexual, que ha cuidado su cuerpo no teniendo contactos indebidos, puede más fácilmente controlar su sexualidad que una persona que ha fornicado y está esclava a ese placer.

Al esclavizarse al sexo, la persona denigra su dignidad como ser humano. Voy a hablar de un grupo que es sexualmente activo: los homosexuales. La intención no es agraviar a nadie.

La homosexualidad ha ido cobrando un fuerte auge en el mundo. La expresión gay nos refleja lo esclavizante que es no ponerle límites a nuestra capacidad sexual y por otro lado, que van en contra de los preceptos cristianos que deben regir nuestra vida en aquellos que profesamos tener creencia de tipo cristiana.

Lo que voy a mencionar a continuación son algunas de las demandas que se dan en las manifestaciones y marchas homosexuales en las grandes ciudades del mundo.

En una marcha ocurrida en la ciudad de Nueva York, hace unos años, los homosexuales pedían:

• Abolir las leyes contra la sodomía, y que se legalicen todas las formas de expresión sexual.

• Que haya un cambio de leyes para poder tener sexo con niños y jóvenes. - Esto es algo muy grave-.

• Solicitan un fondo para gastos por cambio de sexo en hombres y mujeres, (en otras palabras, que los impuestos que deben servir para hacer escuelas, mejores carreteras, hospitales y obras sociales importantes, se utilicen para los cambios de sexo, como una prioridad).

• Jeringas y drogas para todos los adictos que las soliciten.

• Que se legalicen los matrimonios de parejas del mismo sexo. También piden legalizar la adopción y la custodia de niños por familias homosexuales. No solamente se pelea el hecho de que haya familias homosexuales, sino que esas familias, tengan el derecho de custodiar niños.

• Legalizar el hecho de que lesbianas, homosexuales y bisexuales eduquen escolarmente a los niños. Entendemos que los niños tienen derecho a ver un patrón sexual correcto, como debe ser: que un hombre sea hombre y una mujer sea mujer. Sin embargo, este movimiento dice que deben permitirse maestras lesbianas.

Esto sería una distorsión de lo moral en una etapa en donde los niños son personitas inmaduras que no saben discernir entre una cosa y otra.

(Es importante que quede claro que esta demanda va totalmente en contra de los preceptos cristianos acerca de la sexualidad y de la responsabilidad que los padres deben tener para con sus hijos).

• Que haya anticonceptivos y que el aborto esté al alcance de todas las edades.

• Que se abra un fondo para la inseminación artificial para lesbianas.

Desde luego hay más puntos que el movimiento homosexual internacional está sosteniendo.

Todo esto suena muy humanitario, sin embargo, hay dos puntos muy importantes que hay que tomar en cuenta:

En primer lugar, esto refleja lo esclavizante y denigrante que es la vida sexual cuando no se le pone límites. Es evidente que es un crimen estar fomentando el aborto al alcance de cualquier persona. ¿Podrá una muchachita de 12 años que quedó embarazada tener la madurez de decidir si es correcto o incorrecto abortar? ¿Podrá ella decidir sobre la vida de otra persona?

Esta demanda no es más que imponer un estilo de vida y no realmente respetar la vida humana. El aborto a esa edad denigra a esa persona y denigra al ser humano como tal. La fornicación, el sexo irresponsable, denigra al ser humano.

Por otro lado, si bien es cierto que suenan muy humanitarias las demandas de los homosexuales, éstas van completamente en contra de los preceptos bíblicos cristianos que supuestamente deben regir un país en donde más del 90% profesan una fe que tiene por base los principios cristianos.

Ya hemos comentado que los impulsos sexuales se dan naturalmente en el cuerpo del ser humano. Esos deseos sexuales de ninguna manera son pecaminosos o malos. Dios así lo dispuso, así nos hizo como seres humanos.

También hemos dicho que los propósitos del sexo son excelentes. Veíamos, en la plática pasada, que a través de una relación sexual puede suceder que vienen hijos lo cual es bueno y correcto cuando hay una responsabilidad para la procreación de los hijos.

Además veíamos que el sexo promueve la unidad de la pareja. Es hermoso saber que un matrimonio está unido y la pareja se respeta y ama. Se respetan en lo íntimo, no se engañan uno a otro.

Entonces, tiene muchas ventajas el que Dios nos haya hecho seres humanos con capacidad sexual.