Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

En realidad, vivir prisionero del pasado es algo horrible que te impide vivir el momento, te impide sentirte libre para poder vivir y expresar amor, ayuda y sentimientos correctos hacia los demás. Te impide experimentar una paz y tranquilidad en tu alma que son valiosísimas.

Una mujer que sufrió abuso sexual por parte de su propio padre. Aún siendo una niña, en los primeros años de su vida, su padre entraba en las noches a su cuarto y abusaba de ella sexualmente y la amenazaba de muerte. También la amenazaba con que iba a abandonar a su madre si ella le decía a su mamá.

Esta pobre criatura, aprisionada por el terror de las palabras de su padre, sufrió varios ataques más. Llegó a la adolescencia totalmente desfigurada en su alma y aún cuando se casó no pudo disfrutar de su matrimonio ni de las relaciones sexuales con su esposo porque estaba atrapada en el pasado. Se sentía culpable, sucia, indigna. Se sentía una persona que no valía nada, se sentía sin salida.

Al criar a sus hijos se sentía estorbada por el sentimiento de incapacidad, no sabía cómo acercarse a ellos, darles amor, cariño. No sabía cómo aceptar el amor de su esposo. Siempre vivió atrapada en el pasado. Y cuando trataba de esforzarse por vivir el presente, el pasado era como una sombra o fantasma que la perseguía por donde fuera.

Experimentaba angustia, frustración. Sus metas no podían realizarse, las cosas no salían como ella quería.

¿Por qué todo esto? Porque llevaba dentro de ella un dolor que no podía superar causado por el recordar aquellas noches de terror cuando su padre abusaba de ella.

Un día escuchó el consejo más maravilloso que jamás hubiera escuchado: perdonar. Ella decidió de todo corazón perdonar a su padre. Su padre aún vivía, era un anciano enfermo y ella decidió acercarse a él para servirlo y amarlo, y le dijo: “te amo padre.” Estuvo al pendiente de él hasta sus últimos días.

Hoy ella es una mujer que vive feliz y dichosa porque experimenta un presente y un futuro llenos de esperanza. Pero, ¿cuál fue la clave para que ella pudiera ser libre de ese pasado tan terrible?: el perdón.

Cuando no se perdona, la persona se siente herida y no sabe cómo tratar con esa herida. El perdón hace la gran diferencia en tu vida. Si perdonas eres libre, si no perdonas eres prisionero del pasado.