La preadolescencia
 

Déjalo que se exprese
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Todas esas interacciones con su hijo son buenas para que platiquen lo que les pasa por la mente; salir a caminar juntos es un momento adecuado para que su hijo hable sin que se sienta presionado. Incluso, salir a pasear un rato en el carro es un momento en donde el hijo se desestreza mucho, porque no tiene al padre enfrente con una mirada inquisitiva, tratando de ver qué pasa con su hijo.

Y si el padre tiene la sensibilidad necesaria, permitirá y será sabio para preguntar y platicar sin juzgar las actividades del hijo, sino que dejará que el hijo hable y hable. Así el padre conocerá a su hijo y sabrá ayudarlo, e influirá para bien; si hay algo que corregir, lo hará al final de que el hijo haya sacado lo que tenía que sacar.

Un padre puede equivocarse cuando el hijo o la hija apenas comienza a abrir su corazón o a contar cosas y hay algo en la plática que al padre o la madre no le agradó. ¡Espérate! ¡Tranquilízate! Deja que siga hablando, es un preadolescente, por supuesto que se va a equivocar en cosas, pero es preferible que se equivoque en cosas pequeñas que en cosas grandes.

Deja que se exprese, tú sigue tranquilo, deja que hable y después con paciencia le dirás tu consejo y lo que hizo mal en X o Y, y si ocupa alguna sanción más fuerte se la darás, pero gánate su confianza. No explotes, no te irrites, no te molestes antes de tiempo, sé paciente. Los hijos fácilmente pueden perder la confianza cuando sienten que tú ya estás irritado o molesto.

Para crear esa confianza en los hijos es importante saber tener esos momentos especiales. Es un momento especial cuando el hijo cumple años, no dejes que pase desapercibido. Un cumpleaños o un aniversario de boda, etc., son momentos especiales, júntense, no dejen que pase, esto promueve el sentido de pertenencia a la familia.

También hay otros momentos, como cuando el hijo saca buenas calificaciones en la escuela y se esfuerza, se puede celebrar espontáneamente. No tienes que gastar mucho, puedes comprar un pequeño pastel y celebrar y motivar a tu hijo a seguir esforzándose. Si el mes pasado le fue mal en sus notas y fuiste pronto para castigarlo, de la misma forma, sé rápido para celebrar y felicitar su esfuerzo.

No necesariamente puedes hacer esto en las cuestiones de la escuela; si le va bien en algún deporte, ¡felicítalo! Para él es muy importante tu reconocimiento. Si él se desanima porque perdió su equipo o tuvo un mal desempeño, ¡escúchalo y ayúdalo a recobrar el ánimo! Ayúdalo a esforzarse para que en un futuro aprenda a vencer esas circunstancias y a salir adelante.

No dudes, ˇámalos!
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