Los celos

 

¡Busque ayuda!
 

Por: Profr. Roberto Durán

En las Sagradas Escrituras, en Santiago 3:14-16 nos dicen: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.”

La Biblia, fuente de toda sabiduría, dice que el problema está dentro de la persona, no en la esposa. Es una cárcel de desesperanza y dolor en la que usted mismo se ha encerrado; se está dañando a sí mismo y está dañando a la gente que le rodea. ¡Necesita ayuda!

Voy a platicarle algunos testimonios verídicos para que entienda lo grave que es vivir es esta condición. Una mujer profesionista tenía una vida normal con su esposo, viviendo una vida estable y normal. De repente, comenzaron en estas pasiones y ella comenzó a celarlo; le preguntaba con quién andaba y qué hacía, y así comenzaron los pleitos, uno tras otro.

Él continuamente le faltaba al respeto, hasta que estos pleitos comenzaron a subir de tono, de manera que ya no había respeto en la relación matrimonial. Después, comenzó a haber golpes y la relación se erosionó tanto que llegó al punto de la amargura, del resentimiento y del rencor. Se dejaban de hablar por periodos muy grandes y había separaciones temporales.

Esta mujer dice que la vida se hizo insoportable, ya no aguantaba a ese hombre porque los celos la estaban consumiendo de una manera terrible; los pleitos, los problemas, los golpes y las situaciones se hicieron muy terribles.

Ya se podrá usted imaginar las escenas tan horribles que los niños presenciaban cuando el padre golpeaba a la mamá en presencia de ellos. Imagine por un momento los gritos desesperados de esos niños, mirando como sus padres se golpeaban.

Esta mujer llegó a desesperarse tanto que no sólo pensaba en el divorcio, sino que desarrolló un odio tal hacia su marido que deseaba matarlo. Tomó un cuchillo y continuamente lo guardaba en la almohada para poder asesinarlo cuando llegara. Créame, muchas personas no se han quedado con la idea de hacerle daño a su pareja, sino que han logrado su cometido y han llegado al punto de asesinarla. Esto es lo que la policía llama un “crimen pasional”.

Entendamos lo conflictivo y trágico que es la pasión de los celos. No es un “detallito”, no es un asunto que hay que dejarlo a la ligera; puede devastar su hogar, su propia vida y puede hacer miserable a toda la gente que le rodea.

Si esto es un problema tan grande, ¿por qué no darle una solución? De hecho, hay sólo una solución: busque ayuda. Usted puede cambiar, créame; así como hay testimonios de vidas destruidas en ese infierno, también hay testimonios de personas que han logrado salir del mismo; esa persona que quería matar a su esposo, actualmente tiene un matrimonio estable y ha logrado salir de esa prisión.

Muchas personas se han hundido en ese pantano, pero también muchas han salido adelante; con fuerza de voluntad han encontrado una vida nueva, una esperanza. Quizás en este momento usted piense que ya no hay remedio y que la única solución es el divorcio. ¡Espere un momento! Hay esperanza cuando hay fuerza de voluntad para cambiar.

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