Por: Ing. Gilberto Sánchez
Si bien, puedes carecer de capacidades físicas o intelectuales, hay una capacidad muy grande que tienes y puedes desarrollar: el amor. Puedes levantar en ti mismo un carácter moral como Helen Keller.
Si no perdonas vas a estar quejándote una gran parte de tus días en esta tierra, pero lo más triste es que no vas a disfrutar aquello que la vida te da. Entonces, no te dejes llevar por el resentimiento.
Cuando una persona ama, ama a todas. Quienes condicionan su amor a ciertas personas, actúan con egoísmo. Si aman a otros y a ti no, eso no es amor real. Pero tu papel es amar a todos, y darte por los demás, conforme a tu capacidad. Recuerda siempre estos consejos prácticos:
- Amar y servir a los demás, en la medida que tu capacidad te lo permita.
- Perdona, aprende a vivir reconociendo tu situación, pero sobreponiéndote al rechazo de personas que quizás no entienden que no es tu culpa estar así.
- Proponte objetivos realistas en tu vida, y tampoco te pongas metas inalcanzables. Desarrolla todas tus capacidades hasta donde puedas llegar.
- No te dejes llevar por el desánimo.
- Aprende a ser agradecido, a dar gracias por todo. Muchos en tu situación han aprendido a ser humildes porque saben que dependen de otros. Tampoco reflejes una imagen de autocompasión, y aprende a recibir ayuda. No te sientas ofendido si alguien desea ayudarte, habrá quienes de buena voluntad lo hagan.
- Nunca te avergüences de ti mismo. Ser una persona con capacidades diferentes no es una maldición de Dios. Muchos siervos de Dios estuvieron enfermos y no por eso estaban mal.
Sirve a los demás. Busca a los demás y no esperes recibir amor, porque cada vez hay menos amor en nuestro mundo y tú eres alguien muy especial a través del cual el amor puede preservarse en nuestros días. |