“La gente puede aprender que un hombre ciego no es un genio, pero tampoco es un idiota.
Él tiene una mente que puede ser educada, y una mano que puede ser entrenada; tiene ambiciones las cuales pueden ser realizadas, y el trabajo de la gente es ayudarlo a que pueda ser el mejor por sí mismo y pueda ganar méritos a través de su trabajo.
Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero frecuentemente miramos durante tanto tiempo a la puerta que se cerró, que no nos damos cuenta de la puerta que se ha abierto para nosotros”.
Cuando tienes un hijo con capacidades diferentes y estás comprometido realmente con él para ayudarlo con amor, te informarás del caso, estudiarás del tema o con médicos la mejor manera de ayudarlo. El amor, hace grandes milagros, no sólo en tu hijo, también en ti, en tu corazón.
¡Qué importante fue para Helen Keller el apoyo de su maestra y amiga Anne Sullivan! Así de importante es para tu pariente tu apoyo. Que estés cerca de él siempre.