Los inhalantes y los adolescentes

 

Daņos cerebrales por el uso de inhalantes
 

Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Recordemos que el cerebro es el órgano principal de todo nuestro organismo. Los inhalantes se traspasan directamente al cerebro y los investigadores creen que el uso regular de éstos causa daños extensos al cerebro al disolver la capa de mielina que protege las células cerebrales.

         Carol Falkowski, directora de Comunicaciones en Investigaciones de la Fundación Hazelden dice lo siguiente:

“El daño por abuso de inhalantes y solventes es profundo y permanente, el daño al cerebro y al sistema nervioso es irreversible, pues partes cruciales del cerebro son literalmente disueltas y su función ya nunca más puede ser restaurada.”

         ¿Oyó usted bien? La función del cerebro nunca más puede ser restaurada. ¿Son drogas inocentes? De ninguna manera. El uso frecuente de inhalantes lleva a reducciones serias del flujo sanguíneo cerebral, o sea, llega poca sangre al cerebro.

         En exámenes avanzados tipo radiografía, los cerebros de los inhaladores crónicos lucen dañados y comidos, con grandes agujeros sobre toda su superficie. Por cierto, en estos agujeros hay poca o ninguna actividad cerebral y el flujo de sangre a través del cerebro es bruscamente reducido.

         Además, la estructura cerebral del usuario de inhalantes tiene ciertos cambios y la corteza cerebral, el cerebelo y los tallos cerebrales se reducen de tamaño. El uso crónico de inhalantes puede llevar a problemas neurológicos, incluyendo dificultad de pensar y razonar, incapacidad en el aprendizaje y memoria, cambios de personalidad, alucinaciones, problemas motores, temblor incontrolable, pérdida de coordinación, dificultad al caminar o correr, defectos en el habla, vista y sistema auricular, daños a los nervios con síntomas de sensación de parálisis en músculos y comezón.

         Cuando ves a un chico en la calle inhalando algún químico, piensas que está haciendo algo ingenuo o pasajero, estás viendo una persona que los inhalantes le están creando agujeros en el cerebro.

         Los inhalantes alteran tanto la estructura normal y la funcionalidad del cerebro que la conducta, temperamento y personalidad se transforman. Problemas de conducta son comunes en niños y adolescentes que utilizan inhalantes, incluyendo problemas escolares, bajas calificaciones, pérdida de memoria, problemas de aprendizaje, baja asistencia y un sentido general de apatía o falta de interés en la vida.

         Cuando veamos a esos jóvenes o niños inhalando no nos quedemos con los brazos cruzados, mostrémosles nuestro amor y cariño, instruyámoslos de los efectos tan dañinos que tiene el cemento y los inhalantes en sus vidas. No seamos crueles e insensibles, no pensemos que es un pasatiempo o que son seres que no merecen nuestra ayuda o que ya no tienen remedio.

         Muchos de estos jóvenes, a través de pláticas con un adulto que los oriente con consejos buenos, dejan por completo el inhalante; pero cuando no hay interés de parte nuestra o de la sociedad en ayudar a esos niños, los vemos como lacras y no tomamos acciones reales, entonces va a crecer el problema y va a afectar probablemente también a nuestros hijos.

Daņos a otras partes del cuerpo
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