Los adolescentes, el alcohol y las drogas
Parte II

 

Daños en otras partes del cuerpo
 

Hígado: el alcohol produce que la grasa se acumule en el hígado, una condición llamada ‘infiltración de grasa en el hígado’. Si una persona bebe demasiado regularmente, la grasa se acumula y empieza a salir y sofocar las células del hígado. El hígado se inflama, se hincha o se vuelve extremadamente suave, una condición conocida como ‘hepatitis’ causada por el alcohol.

Hasta aquí, esta enfermedad puede ser revertida a través de la abstinencia de alcohol y de una buena nutrición. Pero si la persona continúa bebiendo se forma una costra, un tejido en el hígado, que lleva a la persona a la irreversible y potencialmente mortal enfermedad de la cirrosis.

Corazón: el alcohol y su metabolito, el acetaldehído, pueden dañar directamente el músculo del corazón. Los síntomas de cardiomiopatía alcohólica, o sea, enfermedad del músculo del corazón son: palpitaciones del corazón y dificultad para respirar

La arritmia cardiaca, o sea, variaciones irregulares del latido del corazón y alta presión sanguínea, es común en personas que toman demasiado. Estas variaciones pueden producir un fallo cardiaco.

Músculos: los daños a largo plazo producidos por consumir alcohol no sólo se manifiestan en el músculo del corazón, sino en los del sistema gastrointestinal y en las piernas, haciendo que se aminore la formación de proteínas en el músculo, interrumpiendo la regulación de calcio y produciendo sustancias que dañan las células.

Sistema gastrointestinal: el alcohol puede debilitar la membrana mucosa que forra el estómago, la cual actúa como una barrera protectiva para prevenir que los jugos digestivos se filtren. La inflamación de esa membrana es llamada ‘gastritis’.

Los síntomas que incluye son: indigestión, inflamación, náusea, vómito, diarrea, dolor de cabeza, cambios en el apetito y sangrado interno. Las úlceras en el estómago y en el intestino y la colitis son también comunes en la temprana y mediana etapa de los alcohólicos.

Miopatía alcohólica: el daño al músculo en el sistema gastrointestinal perjudica la digestión y la habilidad del cuerpo para absorber los nutrientes.

Vías tractorespiratorias: el alcohol puede interferir con los mecanismos normales de defensa de los pulmones, produciendo infecciones en éstos, bronquitis crónica, enfisema y neumonía.

Páncreas: el beber demasiado o crónicamente puede dañar el páncreas y causar pancreatitis; una seria y muy grave enfermedad caracterizada por severo dolor en la parte superior del abdomen, en la espalda y en la parte superior del pecho, junto con náusea, vómito y constipación.

Cáncer, desnutrición y problemas psicológicos
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©