Otro de los problemas que afectan más comúnmente al matrimonio es la rutina. Con el paso del tiempo, las parejas se ven envueltas en la rutina y el aburrimiento. La rutina es uno de los mayores enemigos de cualquier relación que hay que vencer; se hace y se habla siempre lo mismo, hay falta de interés en lo que le ocurre al otro y, entonces, viene la monotonía y la falta de ilusión.
Debemos evitar en todo momento perder la alegría y la ilusión por nuestra pareja, mantener siempre deseos de estar con ella y de realizar juntos actividades que nos interesen.
Un matrimonio se sentía solo y abandonado, él por ella y ella por él; aunque vivían y comían juntos y no tenían problemas mayores. Pero ella se sentía sola porque él siempre tenía ocupaciones que lo llevaban a estar más tiempo de lo debido fuera del hogar.
Sin embargo, un día decidieron emprender una labor juntos; empezaron a dedicarse a las ventas, hicieron un negocio, visitaban a los clientes juntos, en sus ratos libres aprovechaban para hacer actividades que les interesaban a los dos y hasta solían ir al hospital a ver a algunos pacientes juntos. Esto ayudó suficientemente para que se resolviera el conflicto de la soledad y el abandono en ella; en otras palabras, no está lejos ni difícil el poder resolver estas situaciones.
Debemos tratar de sorprender, de vez en cuando, a nuestra pareja con detalles y con nuevas ideas, con la intención de evitar caer en la monotonía y el abandono. El amor que sentimos por nuestra pareja y la creatividad, pueden ser nuestros mejores aliados.
Volvemos a lo mismo: el amor. El amor es muy creativo, busca formas de poder servir e interesarse por los demás. Muchos esposos no tienen esa disposición de entretenerse, pasear, hacer deporte o inclusive emprender un negocio o visitar a otras personas junto con sus esposas.
En vez de eso se alejan, el trabajo y el tiempo los absorbe y cuando hay ese espacio de tiempo que le pertenece a la esposa lo desperdician con los amigos, en la televisión, en la bebida o en sus propios intereses.
No esperes que tu matrimonio florezca y avance, ni esperes que la rutina se vaya, al contrario, se va a hacer más pesada; la alegría y la ilusión van a desaparecer de tu matrimonio. Debes entender que la mujer necesita la compañía de su esposo.
Por otro lado, muchas mujeres, en su activismo diario, por el trabajo, salidas o compromisos, desatienden al esposo y no están ahí para servirle su comida caliente y platicar con él. Mujer, tú tienes que aprender a separar tiempo para estar con tu esposo, para hacerle sentir que te agrada su compañía y que tiene un valor muy grande para ti. El hombre se quiere ver atendido por su esposa, pero si ella no está disponible o está siempre cansada, va a ir convirtiendo su matrimonio en una rutina pesada. |