Los problemas más comunes en el matrimonio y cómo resolverlos
Parte II

 

La rutina
 

Otro de los problemas que afectan más comúnmente al matrimonio es la rutina. Con el paso del tiempo, las parejas se ven envueltas en la rutina y el aburrimiento. La rutina es uno de los mayores enemigos de cualquier relación que hay que vencer; se hace y se habla siempre lo mismo, hay falta de interés en lo que le ocurre al otro y, entonces, viene la monotonía y la falta de ilusión.

Debemos evitar en todo momento perder la alegría y la ilusión por nuestra pareja, mantener siempre deseos de estar con ella y de realizar juntos actividades que nos interesen.

Un matrimonio se sentía solo y abandonado, él por ella y ella por él; aunque vivían y comían juntos y no tenían problemas mayores. Pero ella se sentía sola porque él siempre tenía ocupaciones que lo llevaban a estar más tiempo de lo debido fuera del hogar.

Sin embargo, un día decidieron emprender una labor juntos; empezaron a dedicarse a las ventas, hicieron un negocio, visitaban a los clientes juntos, en sus ratos libres aprovechaban para hacer actividades que les interesaban a los dos y hasta solían ir al hospital a ver a algunos pacientes juntos. Esto ayudó suficientemente para que se resolviera el conflicto de la soledad y el abandono en ella; en otras palabras, no está lejos ni difícil el poder resolver estas situaciones.

Debemos tratar de sorprender, de vez en cuando, a nuestra pareja con detalles y con nuevas ideas, con la intención de evitar caer en la monotonía y el abandono. El amor que sentimos por nuestra pareja y la creatividad, pueden ser nuestros mejores aliados.

Volvemos a lo mismo: el amor. El amor es muy creativo, busca formas de poder servir e interesarse por los demás. Muchos esposos no tienen esa disposición de entretenerse, pasear, hacer deporte o inclusive emprender un negocio o visitar a otras personas junto con sus esposas.

En vez de eso se alejan, el trabajo y el tiempo los absorbe y cuando hay ese espacio de tiempo que le pertenece a la esposa lo desperdician con los amigos, en la televisión, en la bebida o en sus propios intereses.

No esperes que tu matrimonio florezca y avance, ni esperes que la rutina se vaya, al contrario, se va a hacer más pesada; la alegría y la ilusión van a desaparecer de tu matrimonio. Debes entender que la mujer necesita la compañía de su esposo.

Por otro lado, muchas mujeres, en su activismo diario, por el trabajo, salidas o compromisos, desatienden al esposo y no están ahí para servirle su comida caliente y platicar con él. Mujer, tú tienes que aprender a separar tiempo para estar con tu esposo, para hacerle sentir que te agrada su compañía y que tiene un valor muy grande para ti. El hombre se quiere ver atendido por su esposa, pero si ella no está disponible o está siempre cansada, va a ir convirtiendo su matrimonio en una rutina pesada.

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