Los problemas más comunes en el matrimonio y cómo resolverlos
Parte II

 

La falta de comunicación
 

Las causas que pueden producir una separación son múltiples y esto va a depender de la naturaleza de la relación; pero entre los problemas más frecuentes en toda relación de matrimonio se destaca la comunicación. La falta de comunicación es uno de los principales problemas con los que se puede encontrar cualquier pareja y que incluso puede llegar a destruir la mejor relación.

Si deseamos mantener una relación duradera, debemos luchar por tener verdaderos ratos de intimidad donde fluya la comunicación y donde podamos hablar sin ser interrumpidos por nada ni nadie.

Cuando amamos profundamente a una persona y no sabemos transmitirle lo que pensamos y sentimos, lo más probable es que esa relación fracase. Tenemos que saber expresar nuestros sentimientos y tratar de conocer los de nuestra pareja. Para ello es fundamental saber escuchar y mostrar atención e interés por todo lo que a ella concierne.

Platicando hace algunos días con un matrimonio que estaba teniendo algunas diferencias y crisis dentro del hogar, la esposa comentaba:

“Mi esposo ha cambiado muchísimo conmigo, hemos mejorado nuestra relación matrimonial; anteriormente él no me escuchaba, yo tenía muchas cosas que hablar con él y él tenía miedo a escucharme, se evadía, ponía pretextos, se impacientaba, no tenía tiempo, se quejaba y discutía. Esto era frecuente. Ahora que estamos separando un tiempo a la semana para estar solos, él ha tenido más oportunidad de escucharme y se dio cuenta que muchas de las cosas que yo traía dentro de mi corazón eran muy sencillas y que él podía ayudarme. Se le quitó el miedo a escucharme, se dio cuenta que me hacía mucho bien hablar con él y ahora ya es una práctica común dentro de nuestro matrimonio.”

En este ejemplo vemos que la comunicación permite el desahogo y la transmisión de sentimientos, dificultades y problemas que a veces a ella le parecen mucho muy importantes. A ti como hombre, que enfrentas situaciones difíciles en el trabajo, con el transporte, con el tráfico, con tu jefe, etc., te parecen situaciones que no son tan importantes.

Y entonces viene el desgano de hablar con tu pareja, la falta de interés y el miedo a escuchar. Te darás cuenta que la mayoría de las ocasiones, cuando escuchas y no interrumpes al que está hablando, los conflictos son más sencillos de resolver; y si fueran conflictos difíciles, hay quienes te pueden ayudar.

Cuando amamos profundamente a nuestra pareja pero no sabemos transmitirle lo que pensamos, no estamos demostrando ese amor; somos ásperos, secos, callados, tímidos o no queremos hablar. En este caso, no estamos confirmando el amor a nuestra pareja.

Debemos aprender a expresar nuestros sentimientos y tratar de conocer a nuestra pareja. ¡Qué triste es ver matrimonios de muchos años que no sabe nada sobre los problemas de su pareja! Y todo esto sucede porque no escuchan ni muestran interés hacia todo lo que a su pareja concierne.

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