Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

El alcohol es una droga sedativa, tanto a dosis moderadas como a dosis altas; si se combina el alcohol con otras drogas sedativas, el ritmo del corazón y la respiración serán más lentas, incrementando el riesgo de sufrir convulsiones, coma o la muerte.

Las drogas con efectos sedativos o hipnóticos que se prescriben, incluyen: barbitúricos, fenobarbital, nenbutal, seconal, amital, hidrato de cloral, cualude, ecuanil, palium, xanax, restoril y otros más.

El roinol, combinado con alcohol, es un sedativo poderoso que es comúnmente llamado droga. Este tipo de drogas se usan en las citas, cuando esté el propósito de violar a la muchacha.

El hidroxibutrato gama y el roinol no tienen olor ni sabor y se les pueden poner a las bebidas, sin que se den cuenta; pueden causar debilidad y mareo, como si no sintieras tu cabeza y confusión mental. Dosis mayores pueden llevar a la inconsciencia, a un coma y a la muerte.

Existe también la combinación de alcohol y drogas basadas en opiato axial, como los sedativos y los barbitúricos; y los narcóticos, basados en opiato, como heroína y morfina. Estas drogas disminuyen la respiración y el latido del corazón, producen sueño y pueden causar vómito. La combinación de opiato con alcohol puede llevar a la inconsciencia, a un coma o a la muerte.

Otra combinación que puede ser peligrosa es el alcohol y los estimulantes; a veces, los adolescentes utilizan el alcohol para calmar su estado nervioso, asociado al hecho de que cuando se le retiran las metanfetaminas u otros estimulantes, el tomar un estimulante y un sedativo al mismo tiempo los puede llevar a reacciones inesperadas. Provoca náuseas, vómito, pérdida de conciencia, coma y la muerte.

El alcohol y los antiestamínicos es otra combinación peligrosa, por ejemplo: los medicamentos sin prescripción médica utilizados para tratar síntomas de alergia e insomnio tienen efectos sedativos que, por lo regular, son intensificados por el alcohol.

Al combinar alcohol y antidepresivos, éste incrementa los efectos sedativos de los antidepresivos, tales como: abil, trofanil, pertrofan, prosac, baxil, etc. Éstas drogas también pueden causar problemas relacionados con la presión sanguínea e incrementar los efectos negativos que el alcohol provoca en el hígado.