Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

El ambiente en el que se desarrollan los adolescentes ciertamente va a influenciar su vida, puede moldearla o cambiarla. Sin embargo, hay ocasiones en que los padres se frustran porque, a pesar de haber actuado bien con sus hijos o de creer haber hecho lo correcto, ven a su hijo rebelde, diferente y que se avergüenza de sus padres.

            No podemos decir que toda la responsabilidad recae sobre los padres. También el ambiente de las escuelas públicas o privadas hoy en día, los afecta en forma importante. Los jóvenes ya ven normal el fumar, maldecir, beber, tener relaciones sexuales antes del matrimonio en una forma ilícita, etc.

            Lo ideal sería que en las escuelas se promoviera un ambiente moral y de libertad, pero una libertad condicionada al respeto y a los valores, para que el joven sea honesto consigo mismo.

            Si el ambiente fue bueno en casa y sigue siendo bueno en la escuela, su desarrollo no se va a ver afectado.

En contraste, si el ambiente en la casa fue normal en término promedio, pero el ambiente escolar es, literalmente, una “jungla de pasiones y deseos desbordados”, ellos no van a tener la fuerza suficiente para hacerle frente a ese desafío.

            Es muy importante la forma en que vamos a interactuar con nuestros hijos.

Si lo hacemos correctamente, vamos a ayudarlos en sus actitudes y comportamientos; si actuamos irresponsablemente, vamos a ser los responsables del mal comportamiento de nuestros hijos.

            En la niñez, algunos son capaces de perturbar familias enteras. Por ejemplo, un niño hiperactivo puede perturbar la habilidad de la familia para funcionar; puede trastornar a los demás hermanos; puede sacar de su sano juicio a los padres.

            Los adolescentes que se moldean y se forman en esa etapa tan difícil, más delante verán que su vida no está basada en una serie de mentiras o de ciencia ficción, de pensamientos mágicos o irrealidades.

Su vida estará basada en una relación sólida con sus padres, en una interacción con sus compañeros de escuela y en una libertad verdadera.

            Pero esa libertad estará rodeada de acciones que el adolescente debe realizar para ganársela, de respeto, de honradez, etc. Porque la libertad se obtiene en base a la confianza que los hijos van brindándole a los padres.