Por qué decimos NO al aborto II Parte

 

Una manifestación del amor más puro
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Al hablar de bebés nos viene a la mente una pregunta, ¿y el padre? ¿qué acaso el padre no tiene participación en este tipo de decisiones?

Quiero leer la declaración de un hombre que incitó a su esposa a practicarse el aborto:

“Es su cuerpo, pero yo le había lavado el cerebro. Yo tomé todas las decisiones, y una vez que todo terminó, nunca volvimos a hablar del tema, mantuvimos nuestras bocas cerradas. Sin embargo, ella había dicho unas palabras realmente proféticas: ‘Vas a lamentar esto toda tu vida’. Yo le dije: ‘No’. Pero ella estaba en lo correcto. Nunca lo olvidaré. Nunca me perdonaré”.

¡Fui formado en el vientre de mi madre!

Quiero que veamos lo que dicen las Escrituras sobre la formación del ser humano dentro de la mujer, es un salmo de David:

Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.

No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.

Salmos 139:13-16

El rey David está haciendo una profunda declaración. Sin tener los avances tecnológicos que hoy tenemos, sabía exactamente lo que pasaba dentro del vientre de una madre.

Su conciencia y su observación le hacían entender que dentro de la mujer embarazada se estaba formando un ser humano, y que ese proceso era sumamente complejo. David estaba maravillado.

Cada persona que llega a esta tierra, Dios la ha enviado. No importa si tiene deficiencias, problemas, discapacidades o capacidades diferentes.

Las Sagradas Escrituras dicen que hay un propósito para cada vida, aún en las condiciones más adversas. Hay un propósito por el cual las vidas no son inútiles y no tienen por qué ser desechadas.

Nosotros tenemos todos los avances científicos y tecnológicos, ellos nos permiten admirar y maravillarnos de lo que David no pudo ver en su tiempo. Y  lo único que han hecho es confirmar lo que dice la Escritura.

Algo que la sociedad hoy está perdiendo es que ya no se maravilla. Tal ves porque el embarazo y el nacimiento se sucede constantemente; tal vez hemos llegado a un nivel en el que ya no nos maravillarnos. Sin embargo, ver como se forma un niño en un vientre de una madre, sigue siendo una gran maravilla.

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