Las nuevas generaciones ante la industria del tabaco

 

En referencia a la modificación del comportamiento en el uso y consumo del tabaco en las mujeres, estudios informan que entre los varones, la edad de inicio para ser fumador va siendo mayor, mientras que en las mujeres, este hábito se inicia cada vez de forma más precoz.

Es decir, en los varones hay cada vez más conciencia de los riesgos del tabaquismo y por lo mismo el inicio de fumar en los varones es cada vez mayor. Digamos, antes era a los 14 en promedio, luego fue a los 15 y quizás ahora sea a los 16.

Sin embargo, entre las mujeres en lugar de irse haciendo cada vez más tardío se hace cada vez más temprano. Es un punto lamentable para las mujeres, porque hay algunas cosas que las mujeres efectivamente han cambiado en su forma de vida y han salido de ser seres humillados y oprimidos por los hombres. Pero en este caso, las mujeres no tienen la razón.

El hecho de introducir el cigarro como una parte de su vida, es cada vez más frecuente en el caso de las mujeres y es una decisión desafortunada y para nada conveniente, para el sexo femenino, como tampoco lo es para el sexo masculino, por supuesto.

Otros datos importantes para que los tengan en cuenta son los siguientes: el 60% de fumadores ha iniciado el consumo desde los 13 años de edad y más del 90% lo han hecho antes de los 20 años de edad.

La gente experta en este asunto infiere que si se empieza a fumar en la madurez de edad es poco frecuente esperar el convertirse en fumador. Es por ello que la intención de las grandes industrias tabacaleras a nivel mundial, es el poder influir a los adolescentes y a los jóvenes para que entren al hábito del tabaquismo.

Las grandes tabacaleras trasnacionales saben perfectamente que el que un hombre maduro empiece a fumar es muy difícil que siga manteniendo ese vicio, porque más temprano que tarde va a abandonarlo nuevamente.

Pero esas mismas tabacaleras saben que si logran que gente adolescentes y jóvenes empiecen a fumar es muy probable que adquieran el hábito y no lo dejen de por vida, o lo abandonen después de muchos años de haberlo llevado.

Muchos estudios señalan que las grandes tabacaleras tratan de atraer a diario más de 5 millones de adolescentes y jóvenes con el propósito de reemplazar a los fumadores que se han rehabilitado o han muerto prematuramente a causa de alguna enfermedad asociada con el tabaquismo.

Las grandes tabacaleras saben que las personas adultas que van a morir o que finalmente van a dejar el tabaquismo y que por lo mismo necesitan otras personas que estén gastando su dinero en el tabaco y esos son los más adecuados, los adolescentes y los jóvenes, porque si logran que los adolescentes o un joven empiece a fumar es bastante factible que se vuelva una persona con tabaquismo crónico.

 

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