Enseña a tu hijo a tomar las mejores decisiones

Un principio nos debe quedar claro en este tema: los padres somos los responsables de enseñar a los hijos a tomar las mejores decisiones. Es un compromiso. Es la responsabilidad que todos los padres tenemos para con los hijos.

¿Cómo podemos hacerlo? Esta es una labor que requiere paciencia, experiencia y un amor que esté por encima de todas las cosas.

A través de las etapas de crecimiento, nuestros hijos van teniendo preferencias, desde el color o el tipo de ropa, los juguetes, la comida, dónde pasear, etc. El padre responsable comienza a enseñar a sus hijos en tomar decisiones correctas desde estos pequeños detalles.

Quiero poner un ejemplo sencillo que nos puede ilustrar cómo se pueden tomar las mejores decisiones.

Un niño desea un juguete que quizás representa alguna cuestión agresiva, inmoral o violenta. Muchos padres inmediatamente quitan la idea de sus hijos y les dicen: “no hijo, porque eso está mal, trae violencia”, y nada más. Pero el padre que quiere enseñar a sus hijos a razonar, los escuchará, le dará ideas y además opciones.

Después de que los argumentos han sido dados se puede decir al hijo: “ese juguete promueve la violencia, a ti te conviene más esto, ¿cómo ves?” Y desde el momento en que el niño empieza a tomar decisiones como elegir un juguete de ahí va forjando la capacidad de razonar para tomar la mejor decisión. En este caso es necesario forjar y trabajar mucho en el razonamiento.

La experiencia de muchos padres dice que durante los 3 primeros años, los niños no tienen esa capacidad de raciocinio y por lo tanto es necesario ayudarles tomando decisiones por ellos. Sin embargo, el intelecto, la razón de los niños tiene que ser continuamente cultivada, en decisiones que les hagan razonar.

Esto es muy importante, porque si dejamos que solamente decidan por lo que sienten, seguramente van a fracasar.

Una de las frases que yo les digo a mis hijos es que todas las personas que toman decisiones por lo que sienten, fracasan, y les pongo ejemplos como este: Imagínate que un niño se enoja y decide ya no hablarle a su amiguito por lo que siente, ¿está tomando una decisión buena o mala? Inmediatamente ellos dicen que es mala porque se está llevando por lo que siente. Correcto.

Si nosotros dejamos que nuestros niños tomen decisiones por lo que sienten no estamos formando el carácter y la responsabilidad que debe de haber. Hay que trabajar más con la razón.

Programa:

La formación del carácter de los niñosIII Parte: La responsabilidad

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Ser responsable es decidir y hacer lo correcto
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