Otro de los aspectos importantísimos en el desarrollo normal de la atmósfera saludable en el hogar es evitar el abuso.

Podemos definir abuso en varios tipos: Abuso físico , como los golpes; abuso sexual , cuando un padre abusa sexualmente de sus hijos; abuso emocional , cuando un padre rechaza, maldice o desprecia a un hijo.

Estas clases de abuso trastornan la atmósfera en el desarrollo normal de la mente del adolescente, niño, preadolescente, o joven. Para comprender esto citaré un ejemplo:

En una ocasión, en la consejería familiar, llegó una niña con su dedo inflamado, y claro, ella tenía mucho temor de explicar qué había sucedido. Sin embargo, pudo hacer un buen contacto con su madre y vencer el temor, y explicó que su propio padre fue el autor de haberle quebrado el dedo en un arranque de ira.

Se trataba de un padre que acostumbra beber en exceso, y que en ese momento precisamente sin control, golpeó el dedo de su hija contra la pared ocasionándole una fractura. La niña tenía terror de comunicarle esto a su madre. La razón es que su padre la había amenazado y le había dicho : "Si tú dices esto, te va a ir peor".

Podemos imaginarnos que para una niña de 7 años, vivir una experiencia de estas es devastadora. ¿Por qué? Por lo regular los consejeros familiares nos damos cuenta que ellos se sienten culpables de esta situación.

Piensan que por su propia culpa sufrieron la golpiza de parte de sus padres, o sienten que no son personas que valen la pena, se sienten con baja autoestima, piensan que es por causa de que ellos no son buenos que reciben tales castigos.

El abuso podemos encontrarlo en familias ricas, clase media, clase media alta, hogares muy llenos de adornos y también en hogares pobres. Puede darse por uno o por ambos progenitores y puede manifestarse no importa la raza, el color, la religión inclusive. Las personas tienden a abusar de otros. Necesitamos entender que las relaciones se basan en el respeto.

Si queremos que nuestros hijos aprendan a relacionarse con nosotros como padres y mantener un vínculo de confianza con ellos mediante el cual podamos ayudarles, comprendamos que el abuso destruye y hace insana la relación entre padres e hijos.