La Verdadera Autoridad en el Hogar.
 

La violencia intrafamiliar.
 

Por: Profr. Juan Carlos Díaz

Una autoridad que no está edificando, sino que está destruyendo, tenderá a imponer, sin dialogar, sin razonar, sin argumentar, sin justificar, el por qué de las reglas, el por qué de los principios, el por qué de las leyes vigentes en la familia, es decir, este tipo de acción o de actitud, en lugar de generar buenos efectos en la casa, lo que producirá son resentimientos, rebeldías, desacuerdos y finalmente desintegraciones.

Otra práctica cotidiana que llevan acabo las autoridades que no edifican sino que destruyen, es la inducción o la imposición de malas acciones a los demás miembros de la familia. En este caso, la autoridad lo que hace es utilizar su posición para obligar a los demás miembros a efectuar actos ilícitos o efectuar actos inmorales o inadecuadas por medio de amenazas, violencia y malos tratos. La violencia intrafamiliar es uno de los fenómenos que está destruyendo gran parte de los hogares en nuestro país.

La violencia intrafamiliar tiene diferente grados: puede haber violencia moderada o severa; violencia intrafamiliar no solamente en el ámbito emocional o inclusive en el ámbito sexual, cualquier tipo de violencia intrafamiliar, siempre genera profunda destrucción en el ámbito de la familia.

Muchos de los niños que hoy están viviendo en las calles o en comunidades de adolescentes, niños o jóvenes, están en aquellos lugares precisamente porque en sus hogares no encontraron un círculo que los pudiese cuidar, proteger, sustentar; un circulo en el cual pudieran ser suplidas sus necesidades afectivas, espirituales, personales, sino que por el contrario, encontraron un ámbito en el cual recibieron heridas, humillaciones, gritos, golpes, etc.

Una autoridad que emplea la violencia física para imponer, está destruyendo en lugar de edificar a los miembros de su familia.

La autoridad se corrompe con el mal ejemplo

Otra área que tiene que ver con la destrucción de los miembros de una familia por medio de una autoridad es la corrupción o contaminación por medio del mal ejemplo de los mismos.

Un padre que está legando malos hábitos, comportamientos, prácticas, vicios, etc., a los hijos, lo que está haciendo es destruirlos en lugar de edificarlos.

Lamentablemente en nuestra sociedad existen muchos padres de familia que por su ejemplo están formando hijos con pocos principios, con pocos valores morales, con escasos hábitos, con un nulo respeto al derecho de las demás personas, con una deficiente espiritualidad, con poca responsabilidad, etc., es decir, la corrupción del mal ejemplo genera profundas consecuencias en la formación de nuestros hijos.

El abandono
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©